El meme #FreeRod se usó en una campaña de redes sociales para apoyar la causa de Ferrari. Imagen: Super45.A principios de 2013, Rodrigo Ferrari fue acusado formalmente de cometer el delito de robo de identidad. Ferrari había creado en broma unas cuentas de Twitter para burlarse de la familia de Andronico Luksic, una de las familias más adineradas de Chile, y Luksic presentó una denuncia.
La ONG Derechos Digitales, que se dedica a fortalecer los derechos humanos en el entorno digital desde 2005, decidió apoyar la defensa legal de Ferrari porque el caso representaba una verdadera amenaza contra la libertad de expresión.
La estrategia legal y de comunicación se enfocó en probar que las cuentas en cuestión constituían una forma de parodia política, ya que un sistema democrático sano debe proteger la expresión de discursos críticos, en lugar de castigarlos.
El asunto tuvo amplia cobertura en los medios locales y, en abril de 2013, el tribunal anunció el sobreseimiento de todos los cargos contra Ferrari y subrayó que las cuentas de Twitter eran meramente una parodia legítima, además de respaldar muchos de los argumentos planteados por Derechos Digitales, con lo que se estableció un nuevo precedente en la protección de la libertad de expresión en línea.