En septiembre de 2012 se aprobó la Ley de prevención de ciberdelitos, que amenaza con limitar las libertades de filipinos y filipinas en el ciberespacio. La nueva “Ley cibermarcial”, como la han apodado sus detractores, generó protestas generales tanto en línea, como fuera de línea, hasta que, rápidamente, la Suprema Corte de Justicia la dejó en suspenso por tiempo indefinido.
Durante 2013, la Foundation Media Alternative (FMA) siguió militando por la derogación de la Ley cibermarcial y trabajando a fin de crear un grupo de interesados e interesadas para presionar a favor de una legislación y políticas que garanticen el respeto hacia los derechos humanos en internet. En noviembre de 2013, la Asamblea General de ONU aprobó una resolución que ratifica el derecho a la privacidad en la era digital y afirma que se deben proteger en línea los mismos derechos que existen en la vida fuera de internet. FMA dio un paso más en su trabajo para lograr que se ratifiquen los derechos de las mujeres, así como el derecho a la privacidad de los datos y a la libertad en internet en las políticas y leyes domésticas, además de hacer un verdadero esfuerzo para vincular el discurso relativo a la ratificación de los derechos en internet en la legislación nacional con los espacios regionales y globales de políticas de internet.