¿Cómo afrontar el reto de conectar con calidad a las personas no conectadas en el corto plazo? Sobre este tema prioritario se celebró una discusión en el marco del Foro de Gobernanza de Internet para América Latina y el Caribe (LACIGF), que se celebró en La Paz del 6 al 8 de agosto. Valeria Betancourt, directora del Programa de políticas de información y comunicación de APC, moderó la discusión, enfatizando el grave impacto de las brechas de conectividad y la urgencia de que los distintos actores implicados trabajen en generar un marco de políticas públicas que permita avanzar.
"Las estrategias de conectividad que se han llevado a cabo hasta ahora no son suficientes"
Estamos ante un problema crítico, planteó Betancourt. “La conectividad a internet en las últimas décadas creció a un ritmo muy rápido pero últimamente se ha estancado, dejando fuera a millones de personas en países en desarrollo. Las estrategias que se han llevado a cabo hasta ahora no son suficientes y conviene explorar otras, contemplando sus implicaciones económicas, tecnológicas, etc.” Subrayó, además, que este esfuerzo es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen la brecha de género, asequibilidad, la brecha urbano-rural y generacional y la reducción de la pobreza, entre otros.
Karla Velasco, coordinadora regional de Redes por la Diversidad, Equidad y Sustentabilidad A.C., se centró en el modelo para conectar a las personas no conectadas en el que su organización lleva años trabajando. Contó cómo en la comunidad Santiago Noyo en Oaxaca, México, la mayoría de proyectos de conectividad gubernamentales se han visto estancados o sin seguimiento y las que realmente funcionan son la de tecnología de red comunitaria, redes de propiedad y gestión colectiva de la comunidad, sin fines de lucro, bajo principios democráticos y de equidad de género. “Las mismas personas que hacen uso de las redes las construyen y mantienen, generando mayor sostenibilidad”, destacó.
Hay cada vez más personas involucradas en proyectos como Conectar lo no conectado, gestionado por Rhizomatica y APC con apoyo de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el desarrollo (Sida, por su sigla en inglés), que permiten el desarrollo de redes comunitarias en distintos lugares del mundo, recalcó Velasco. “Estos modelos ponen atención específica a las necesidades de niños/as y mayores, tienen costos bajos y tanto el dinero como los datos de los/as usuarios/as se quedan en la comunidad, así que son también más seguras”.
María Cristina Capelo, Directora de Seguridad y Bienestar para Facebook en América Latina, presentó el proyecto Internet para Todos (IpT) Perú, un operador mayorista de infraestructuras de telecomunicaciones de acceso abierto que busca reducir la brecha digital en Latinoamérica. “El mayor reto es expandir la conectividad al ámbito rural”, recalcó Capelo, que mencionó cuatro características necesarias: que sea asequible, rentable, que haya una comunidad comprometida, que exista flexibilidad regulatoria. “Lo importante es encontrar enfoques regulatorios que se centren en innovación y soluciones que permitan modelos de negocios novedosos, ya sean bottom-up, top-down o compartidos”, añadió.
Estamos, pues, ante desafíos comunes, retomó Betancourt. ¿Cómo regular el espectro? ¿Creen que siguen siendo válidos los modelos predominantes?, planteó a los participantes.
Según Natalia Quevedo González, de la Comisión de Regulación de Comunicaciones de Colombia, política pública y regulación deben ir de la mano para fomentar la conectividad a través de nuevos modelos. "El acceso a una licencia de espectro es muy costoso para las comunidades", recalcó.
Andrés Sastre, de Telecomunicaciones de América Latina (ASIET), planteó que es inviable invertir en ciertas zonas rurales si no hay una política pública que acompañe. "Las políticas de servicio universal son claves", recalcó, e incidió en que las redes comunitarias pueden ser un complemento al resto de modelos a través de un diálogo fructífero. "No somos competidores".
Eduardo Tomé, de Internet Society Honduras, aportó una perspectiva desde la comunidad técnica. Planteó como ejemplo el uso del espectro en México, donde "el regulador ha establecido ciertas bandas para uso social, lo que ha hecho que muchas comunidades se puedan beneficiar de esto”. Recalcó además la necesidad de que el marco institucional tome en cuenta la cultura de los distintos grupos de personas que se conectan, para que la tecnología no termine rompiendo el equilibrio y la cultura de la comunidad.
Julián Casasbuenas, de Colnodo, presentó el trabajo que desde su organización realizan en Colombia. A partir del trabajo de Rhizomatica, también miembro de la red de APC, se propusieron promover redes comunitarias en Colombia, donde en el ámbito rural amplios sectores de población permanecen no conectados. Recientemente Colnodo logró un acuerdo que les permite usar el espectro a nombre del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones del país y trabajan en un piloto de montaje de la red de telefonía celular en el municipio de Buenos Aires Cauca.
La sesión cerró con la acotación de que es necesario seguir explorando distintas alternativas para conectar a las personas no conectadas y que la disposición de los distintos actores para dialogar es fundamental en pos de adoptar estrategias complementarias con base en objetivos comunes.
Más sobre el LACIGF
El LACIGF es un espacio para el diálogo multisectorial, clave para que la sociedad civil, la comunidad técnica, la academia, el sector privado y público puedan discutir sus perspectivas en materia de gobernanza de internet. En este encuentro se identifican las prioridades regionales con el fin de ampliar la participación de los representantes de América Latina y el Caribe en los debates del Foro de Gobernanza de Internet (FGI) que se realizarán este año en Berlín, Alemania, en el mes de noviembre.