Para comprender qué está en juego en materia de gobernanza e internet en el contexto latinoamericano, el Foro de gobernanza de internet de América Latina y el Caribe es desde hace años un espacio fundamental. APC participa en este foro, que este año se celebra virtualmente entre el 24 y 26 de octubre, de la mano de nuestra Directora del Programa de políticas de información y comunicación Valeria Betancourt. Compartimos a continuación su intervención inaugural en la apertura del FGI LAC (LAC IGF, por su sigla en inglés).
A lo largo de los años, el LAC IGF ha contribuido significativamente a ampliar la comprensión de los temas, los actores, los procesos, las instituciones y los modelos de la gobernanza de internet así como a nutrir el desarrollo de agendas regionales en la materia.
El proceso regional del LAC IGF ha incentivado la creación de procesos nacionales y ha tenido en su horizonte de manera constante elevar visiones, prioridades y perspectivas de la región al debate global del Foro de gobernanza de internet.
En su evolución, el LAC IGF se planteó en el 2019 un proceso de revisión para impulsar una reforma del espacio regional con el propósito de fortalecer el diálogo en la región en torno a principios en materia de políticas públicas de internet. La pandemia implicó hacer un paréntesis en ese camino que emprendimos en el 2019 y nos abocó a hacer ajustes inesperados para sostener mínimamente el proceso en medio de la debacle y el desgaste generalizado.
La recuperación no ha sido sencilla y estamos entrando en un momento en que los procesos de política y gobernanza regionales y globales adquieren un carácter híbrido con relación al formato y a la participación de los distintos actores, por un lado y, por otro, en el que el ecosistema de la gobernanza de internet se ha complejizado en la perspectiva de configurar los preceptos de la cooperación digital global de cara al diseño de nuestro futuro digital.
Es por ello que el Comité de Programa se planteó este año usar el LAC IGF para pensar en el futuro a la luz de las prioridades de la región, en el marco del Global Digital Compact o Pacto Digital Mundial. Se trata de un proceso promovido y liderado por el Secretario General de Naciones Unidas con el propósito de «esbozar principios compartidos para un futuro digital abierto, libre y seguro para todos», basado en el marco internacional de derechos humanos. Para ello, el Secretario General propone que la ONU, los gobiernos, las empresas, la comunidad técnica y la sociedad civil trabajen juntos en un pacto que pueda presentarse en la Cumbre del Futuro, que se efectuará en el 2024 y que se complementará con la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Consideramos que es sumamente importante que los actores de América Latina y el Caribe se comprometan activamente en el proceso para asegurar que se adopte un enfoque inclusivo multisectorial en todos los aspectos de proceso y de contenido del Pacto Digital Mundial. Con la intención de contribuir a ello y de garantizar las sinergias necesarias entre los distintos procesos, la agenda del FGI global está también estructurada esta año en torno a los temas del Pacto Digital Mundial.
Creemos que la región debe contribuir a dar forma a los debates sobre el contenido del Pacto Digital Mundial y realizar aportes específicos en su desarrollo. Las relatorías de las sesiones de este año del LAC IGF serán la base para la elaboración de una contribución del LAC IGF para el Pacto Digital Mundial.
Las Iniciativas Nacionales y Regionales (NRI) son lugares clave para debatir e identificar los problemas de la gobernanza de internet a nivel local y regional, describir y comprender los desafíos y trabajar para encontrar soluciones prácticas. Tanto el Grupo Asesor Multisectorial del FGI como el Enviado del Secretario General para la Tecnología han destacado la importancia de que las iniciativas regionales y nacionales aporten sus perspectivas en el proceso del Pacto Digital Mundial, no sólo para aportar desde visiones expertas sino también para que las necesidades de las comunidades de base y de los grupos vulnerables sean tomadas en cuenta.
Las organizaciones de sociedad civil que formamos parte del Comité de Programa consideramos que el LAC IGF ha alcanzado un grado de madurez tal que se constituye en una plataforma adecuada para discutir propuestas y soluciones en medio de las actuales crisis globales supersupuestas: retroceso de los valores democráticos; desastre medioambiental; debilitamiento de las instituciones democráticas; multiplicación de fuerzas antiderechos; auge del autoritarismo; florecimiento de las narrativas estigmatizantes; deterioro del papel de los estados en la prestación de los servicios públicos; despriorización de los objetivos de desarrollo sostenible; y, en general, reducción del espacio cívico a la vez que crece el poder de las megacorporaciones. En esta realidad compleja, las repercusiones de la digitalización en la dinámica de nuestros contextos se han hecho más palpables, así como las formas en que esas repercusiones se relacionan con antiguos y nuevos retos estructurales.
Entre los retos que persisten y se profundizan están la exclusión digital y de las disparidades en el acceso que colocan en condición de aún mayor indefensión a grupos vulnerables, y la imposibiliad de contar con entornos habilitadores para la coexistencia de diversos modelos para sortear la brecha digital; la exacerbación del fenómeno de la desinformación y la propagación de discurso de odio o narrativas estigmatizantes que contaminan el espacio de deliberación pública y empobrecen el debate público y el entorno en línea; el exorbitante poder de las grandes corporaciones globales de tecnología que dictan soluciones desde imperativos económicos y lógicas extractivistas; la instauración de sistemas de control, vigilancia y censura con impactos muy graves en la privacidad y seguridad de las comunicaciones e interacciones en línea; el recrudecimiento de la violencia digital de género, entre otros.
Estamos asistiendo también a las manifestaciones de retos que no están aún desentrañados y para los que es imperativo discutir respuestas globales y locales de las múltiples partes interesadas.
Por ejemplo, es necesario desentrañar más profundamente la relación que existe entre la sostenibilidad ambiental y las tecnologías digitales, así como profundizar en la comprensión del papel constructivo que ellas puede desempeñar para afrontar la crisis medioambiental.
Las amenazas del cambio climático (como las sequías y las inundaciones repentinas) son problemas críticos en América Latina, pero también la seguridad alimentaria (que afecta especialmente a las comunidades indígenas y rurales); la pérdida de conocimientos tradicionales sobre la biodiversidad; el crimen organizado alrededor de la explotación de recursos naturales; la impunidad de la justicia y la corrupción gubernamental; las amenazas, la persecución y los asesinatos de defensores de los territorios y activistas medioambientales; la criminalización de las protestas, las privatizaciones y las expropiaciones, entre otros. No se pueden dar respuestas globales y regionales sin tener en cuenta la especificidad de las realidades más afectadas por el agotamiento de los recursos, la contaminación y la destrucción de los ecosistemas y la forma en que se producen, utilizan y desechan las tecnologías digitales. Por eso es tan importante que en espacios como el LAC IGF se discutan las maneras de llevar a la práctica el principio de la responsabilidad común pero diferenciada que dé pauta a un uso matizado y contextual de la tecnología así como a respuestas globales y regionales en torno al diseño, la extracción, la producción, el consumo y la eliminación de las tecnologías digitales de cara a un mundo sostenible y a la justicia ambiental.
Otro ejemplo es la necesidad de abordar la ciberseguridad desde enfoques de derechos humanos y de género a fin de entender hasta qué punto la ciberseguridad asume los sistemas de poder que jerarquizan socialmente a los seres humanos, tanto a nivel de diseño de estrategias como de efectos de los ataques. Los países de la región han adoptado estrategias de ciberseguridad y es necesario garantizar que la ciberseguridad responda a las necesidades complejas y diferenciadas de las personas cuando se cruzan sistemas de opresión como el género, la orientación sexual, la raza, la etnia, la capacidad, la clase, entre otros.
Tenemos, además, el uso de la desinformación contra las mujeres en los espacios públicos, como una forma de violencia de género en la red, y que se presenta en la forma de narrativas misóginas con impactos desproporcionadamente negativos en los derechos y vidas de las mujeres.
Son diversos los retos y las amenazas procedentes de actores públicos y privados pero también hay avances, sin duda. No todo son retrocesos y conviene construir sobre los avances.
Cabe preguntarse entonces, a partir de los temas del Pacto Digital Mundial que la comunidad de internet de la región ha priorizado para la agenda del LAC IGF de este año: ¿Qué respuestas avizoramos para los múltiples retos y crisis a los que nos enfrentamos? ¿Qué intervenciones pensamos que deben priorizarse para que la gobernanza de internet contribuyan a contar con un futuro digital con justicia social, con justicia económica, con justicia ambiental, con justicia de género? ¿Cómo podemos desde la comunidad regional potenciar nuestras complementariedades y contribuir a formas efectivas de intervención más allá de las contingencias que nos atraviesan y seguir impulsando cambios trascendentes en el entorno digital? ¿Cómo podemos construir sobre lo avanzado para ofrecer soluciones efectivas, concretas y sostenibles?
La invitación a estos días de conversación regional es a abordar con mirada crítica la transformación digital y sus impactos, a repensar cuáles son las oportunidades y los riesgos, a repensar cómo son las cosas y cómo queremos que sean en el anhelo de avanzar hacia el bien común. La invitación es, por tanto, a pensar en la gobernanza de internet con la mirada en el futuro desde el lente de las múltiples partes interesadas.
Un agradecimiento inmenso al comité del programa por el esfuerzo para ofrecer este espacio para la comunidad de la región y particularmente a Derechos Digitales y su equipo que ha llevado la batuta este año con un altísimo sentido de compromiso. Bienvenidos todas y todos. Nos auguro un fructífero LAC IGF 2022.