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Este artículo procede del discurso de Bishakha Datta en el evento Disco-Tech organizado por APC en el Foro de gobernanza de internet de 2014, en Turquía.

Tres meses y cinco fragmentos

En agosto de 2014, la actriz india Poonam Pandey se pone un bikini para enfrentar el Desafío del balde de hielo de ALS y publica en Facebook un video del evento. ¿Cómo reacciona Facebook? Censura su página, que es seguida por 2 millones cien mil seguidores.

¿Por qué? No lo sabemos.

En julio Samantha Newman, una adolescente estadounidense, publica a través de Instagram unas fotos suyas donde aparece en bragas y sostén, como tantas otras adolescentes. ¿Cómo reacciona Instagram? Baja la página de Samantha, y no baja la de las otras adolescentes en ropa interior.

¿Por qué? Está demasiado gorda.

“‘Gorda’ no es una mala palabra”, dice Samantha Newman quien, tras protestar, consiguió que su página volviera a estar en internet.

“¿Cómo puedes sentirte segura si te la pasas censurándote a ti misma porque la gente no quiere mirarte?”

Otro instante Instagram. Scout LaRue Willis publica una foto suya vistiendo “una blusa transparente, junto a una publicación sobre una chaqueta que fabriqué usando una foto de dos amigas cercanas con el torso desnudo”. Adivinen qué pasó: la echaron de Instagram y borraron su cuenta de la plataforma.

¿Por qué? Los pezones no son bien vistos en las redes sociales. (Pero los desnudos sin pezones sí).

Lee el artículo completo en GenderIT.org .