¿Cómo contribuyen los miembros de APC a mejorar la vida de su comunidad? En esta columna destacamos historias de transformación y cambio relacionadas con el apoyo de los programas de subvenciones de APC. Conoce la infraestructura comunitaria creada por Zenzeleni Community Networks para brindar conectividad en zonas rurales de Sudáfrica.
Con una base comunitaria orientada a una participación más amplia con sectores de telecomunicaciones e innovación digital, Zenzeleni Community Networks siembra cambios desde 2012. Esta red comunitaria ha ido creciendo en su capacidad para proveer acceso a internet, a la vez que generaba una economía local con integrantes de comunidades de la Provincia Cabo Oriental de Sudáfrica, una región afectada por una discriminación histórica y desigualdades profundas.
Zenzeleni significa “hazlo con tus propios medios” en xhosa (una de las once lenguas oficiales de Sudáfrica), una carta de presentación que describe a la perfección el recorrido de esta iniciativa que ha ido evolucionando en respuesta a las necesidades y oportunidades percibidas por las propias comunidades. Todo empezó en la comunidad de Mankosi: una intranet local inalámbrica que ofrecía llamadas de voz gratuitas y que fue creciendo con los años, superando diversos obstáculos hasta convertirse en un modelo de emprendimiento social que da conexión a internet de manera asequible y confiable. Desde entonces se ha ido expandiendo y ahora abarca la localidad de Zithulele, también en la Provincia Cabo Oriental de Sudáfrica.
Zenzeleni Community Networks se compone de cooperativas comunitarias y una sociedad sin fines de lucro. A la vez que apoya al desarrollo de un ecosistema rural digital orientado a reducir la brecha digital, Zenzeleni NPC (acrónimos abreviados en inglés de “non-profit company”, sociedad sin fines de lucro) promueve el derecho al acceso, la equidad digital, la igualdad de servicios y la diversidad de expresión. También construye alianzas para la defensa de políticas y regulaciones que permiten a las redes comunitarias establecerse y desarrollarse en sus diferentes contextos.
Conectividad, energía solar y fuentes de ingresos para cubrir necesidades comunitarias
Según el Monitor mundial sobre la sociedad de la información de 2018 sobre Sudáfrica y la experiencia de Zenzeleni: “Los bellos paisajes de Provincia Cabo Oriental han sido escenario de lamentables sucesos históricos. Como en muchas otras regiones de la Provincia Cabo Oriental y otras partes de Sudáfrica, estas comunidades fueron subdesarrolladas deliberada y sistemáticamente, tanto por regímenes coloniales racistas, opresivos como por el apartheid. Se caracterizan por niveles extremos de desempleo, pobreza y migración de población económicamente activa, además de una falta de infraestructura económica más allá de almacenes generales (cuya oferta se limita a productos muy básicos) y alojamiento turístico reducido”.
La publicación relata que, al tiempo de su redacción, los servicios de telecomunicaciones suponían un 25% de los gastos mensuales de la población que contaba con aproximadamente 1 USD por día y dependía de prestaciones sociales para la tercera edad y atención infantil o de transferencias de dinero de familiares que trabajaban en zonas urbanas. En un contexto de falta de ingresos, se estimaba que 15 de las comunidades de la región donde se encuentra Zenzeleni gastaban más de 1.5 millones de USD en telecomunicaciones al año – gran parte tomada por grandes empresas de telecomunicaciones. Aparte de la necesidad de comunicarse y percibir ingresos, en muchas localidades tampoco había red eléctrica, necesaria para cargar dispositivos (incluyendo celulares) y mantener una infraestructura de red.
Zenzeleni construyó un modelo que busca cubrir las necesidades de las personas que forman parte de las comunidades. Esta iniciativa surge en 2012 a través de la alianza entre la University of the Western Cape (UWC) y las autoridades locales de la comunidad Mankosi. Masibulele "Jay" Siya, activista local involucrado en la fundación de Zenzeleni, sigue desempeñando un papel fundamental a la hora de brindar servicios de conectividad en las localidades de Mankosi y Zithulele.
A lo largo de los años, Zenzeleni ha desarrollado paralelamente dos funciones: por un lado, es Zenzeleni Networks NPC, una sociedad sin fines de lucro; por otro, la cooperativa Mankosi, una entidad proveedora de servicio de internet operada y gestionada por la propia comunidad local. Este proveedor (ISP) permite a las comunidades conservar un consumo interno y reducir considerablemente sus gastos en telecomunicaciones. Se creó un sistema de comprobantes para vender acceso Wi-Fi confiable a la población y turistas visitando la región.
Actualmente, Zenzeleni ofrece unidades móviles de carga que funcionan con energía solar y proporcionaservicio de internet de calidad y alta velocidad, equiparable al de los centros urbanos más desarrollados del país. Ha conectado a más de 13,000 personas y 10 instituciones, brindando un apoyo fundamental en el contexto de la pandemia COVID-19. No es gratuito ni por casualidad que la comunidad le abre sus brazos: “Sifuna uZenzeleni anwenwe nje ngomlilo” – “queremos que Zenzeleni se expanda como el fuego”, dice Nontsokolo Sigcau, representante de la cooperativa Mankosi. Conocida como Mama Sigcau, es una de las integrantes de la comunidad encargadas de la infraestructura de red local y las tomas de decisiones adentro de la cooperativa.
Flexibilidad para adaptarse y enfrentarse a lo desconocido
Como miembro de APC desde 2017, parte del trabajo de Zenzeleni Networks NPC se sostiene gracias al programa de subvenciones. “Hemos podido desarrollar nuestro trabajo a nivel de equipo humano y de las relaciones entre las comunidades y las personas expertas. Desde nuestro punto de vista, se trata del aspecto más importante y difícil de lo que hacemos ya que las comunidades y las personas expertas suelen vivir en diferentes lugares y tenemos que gestionar realidades muy distintas”, cuenta Soledad Luca de Tena, directora general de Zenzeleni Networks.
Zenzeleni también reconoce la agilidad y respuesta del programa de subvenciones a la hora de hacer cambios en el proyecto, permitiéndoles atender necesidades específicas y locales que fueron surgiendo. “En un año, muchas cosas cambian dentro y fuera de la organización. Si no puedes adaptarte al contexto a la hora de implementar el proyecto, estás constantemente debatiéndote entre satisfacer las demandas de la entidad donante y las necesidades reales”, explica Soledad.
Un cambio profundo y lamentable en 2020 fue particularmente visible a nivel mundial ante la pandemia de COVID-19. “Al establecerse el confinamiento de COVID-19, muchas personas que trabajaban, estudiaban o buscaban empleo en las ciudades regresaron a sus hogares en zonas rurales. Zenzeleni jugó un papel vital en dar continuidad a sus vidas urbanas, asegurando el acceso gratuito y abierto a sitios de salud pública y plataformas educativas, incluyendo todas las universidades nacionales y otros centros de enseñanza superior. También empezó a sensibilizar sobre estrategias de salud para enfrentar la contigencia”, informa un artículo escrito por Soledad Luca de Tena junto a la investigadora Nic Bidwell.
Zenzeleni se adaptó rápidamente y amplió la infraestructura de red para incluir más puntos de acceso comunitario ante un incremento de 300% del uso de internet en la región.
Su trayectoria demuestra que las redes comunitarias van más allá de brindar conexión a internet. También ofrecen otros modelos de desarrollo y tienen más capacidad para responder a desafíos emergentes, considerando las necesidades locales y la diversidad de condiciones de vida. Las raíces locales de Zenzeleni son claves para crear cambios localmente y sembrar una inspiración hacia una forma más inclusiva de abordar el acceso a nivel mundial.
Este artículo es una versión del relato que aparece destacado en Continuing the conversation: Lessons from APC sub-granting (Mantener la conversación: lecciones aprendidas del programa de subsidios de APC), un informe que presenta los resultados de entrevistas y encuestas realizadas a miembros y socios /as de APC que recibieron fondos del programa central de subsidios, cuya existencia se debe a la agencia Sida, y fondos otorgados a través de otros proyectos de APC y miembros del equipo interno que trabajan en el programa.
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