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Esta es la segunda entrega de Construir una internet libre para el futuro, una nueva serie de entrevistas mensuales con beneficiarios/as de Next Generation Internet Zero (NGI0). NGI0 cuenta con financiación de la Comisión Europea y se dedica a apoyar proyectos de software libre y de datos, hardware y estándares abiertos. Busca brindar apoyo financiero y práctico en múltiples modalidades, desde mentorías y testeos hasta pruebas de seguridad, accesibilidad y difusión, entre otros.

Este mes, tenemos una entrevista con BrailleRAP, una impresora de fuente abierta que produce documentos en braille. En 2016 en Francia, la asociación My Human Kit organizó una hackatona llamada Fabrikarium en colaboración con las Industrias Airbus. Durante Fabrikarium, numerosos proyectos modificaron impresoras 3D para grabar braille en papel de 160 gramos. Uno de esos proyectos fue BrailleRAP, una impresora en relieve de fuente abierta que puede estampar texto en braille en decenas de lenguas y repujar contornos, incluso planos de edificaciones, formas de animales y mapas. También ofrecen una aplicación para transcribir braille.

En 2024, BrailleRAP recibió financiación de NGI0 Entrust. APC dialogó con Stéphane Godin, creador de BrailleRAP. La entrevista ha sido editada en aras de la claridad y extensión.

BrailleRAP existe desde 2016 y este año recibió un subsidio de NGI0. ¿Qué supuso esto para ustedes?

El subsidio del programa NGI0 Entrust de la Fundación NLnet nos permitirá dedicarle tiempo al desarrollo de software asociado al uso de la estampadora de braille en relieve. Al igual que muchos projectos de fuente abierta, BrailleRAP empezó sin financiación. En esas condiciones, es difícil dar a conocer un proyecto y desarrollarlo de manera coherente como para que tenga un verdadero impacto en el campo.

Estampar texto en relieve con una impresora es una forma importante de brindar acceso a varios tipos de información, como contenidos culturales, educación, legislación, etc. Este proyecto tiene una licencia libre, lo que significa que puede ser reproducido, reutilizado, modificado y comercializado, además de poder recibir contribuciones. ¿Quién hace BrailleRAP?

Hoy en día, las BrailleRAPs se hacen en Fab labs (laboratorios de fabricación) o universidades, pero también las fabrican personas sensibilizadas o preocupadas con la discapacidad visual que existe en su entorno.

Por el momento, sólo se han construido poco más de 30 máquinas de BrailleRAP en todo el mundo. Por otro lado, algunas se fabrican de manera totalmente independiente, y eso es normal ya que la licencia lo permite. De manera que cada tanto descubro que existen nuevas máquinas a través de lo que se publica en las redes sociales.

BrailleRAP es un proyecto con reproducciones y contribuciones en India desde 2018 y en Camerún desde 2022. ¿Cómo se establecieron esos vínculos internacionales?

Camerún es un caso especial. Tiene que ver con un encuentro entre My Human Kit, Climate Change Lab y ANIAAC-Intégration et Accomodation des Personnes Aveugles au Cameroun (Integración y hospedaje de personas ciegas en Camerún), una asociación de personas con discapacidad visual en Camerún, en un foro organizado por AIMF (L'Association Internationale des Maires Francophones/Asociación internacional de alcaldes/as de habla francesa). Este encuentro resultó en una misión de tres semanas en Camerún durante la que organizamos cuatro talleres de ensamblaje en cuatro ciudades diferentes. BrailleRAP Camerún ofreció la oportunidad de vivir una colaboración día a día con una asociación de personas con discapacidad visual. Esta colaboración de largo plazo tuvo una gran influencia en las especificaciones del proyecto.

En cuanto a las demás contribuciones, fue más bien una cuestión de encuentros casuales durante eventos, o búsquedas de internet. Fue un encuentro casual el que reunió la necesidad de braille con el mundo de los/as fabricantes, los fab labs y las universidades.

Una máquina estampadora “clásica” de braille cuesta entre EUR 4.000 y EUR 5.000. Para fabricar una BrailleRAP, tú calculas un tiempo de trabajo de entre 16 y 22 horas, y un costo de materiales que puede ser desde 100 hasta 200 euros, suponiendo que hay acceso a cierto tipo de máquinas de fabricación controladas digitalmente (equipos de corte por láser e impresión 3D, específicamente). Parece que BrailleRAP no se limita a la fabricación de cosas, sino que también se trata del acceso a los recursos y los vínculos sociales para conseguir apoyo. ¿Cómo se materializa todo eso en el desarrollo del proyecto de BrailleRAP?

Se trata de la percepción que tenemos del mundo en una sociedad de consumo. Tendemos a pensar que si la solución de un problema no viene del mercado, o si la solución que ofrece dicho mercado es demasiado costosa, entonces no hay solución. Como si una entidad abstracta propusiera y siempre hubiera propuesto todas las soluciones en el mundo. Existe otra forma, no necesariamente contradictoria, sino complementaria, que consiste en reunir los recursos y los conocimientos para proponer soluciones. De alguna forma, fab labs destacó este fenómeno al fomentar la mezcla entre poblaciones, y por ende, entre las necesidades por un lado y los conocimientos por otro. Todo ello en medio de un conjunto de herramientas que permiten experimentar y crear prototipos.

La historia de BrailleRAP empezó con el encuentro de algunas personas con un individuo visualmente discapacitado y el consecuente intento de producir braille. Otra gente se hizo cargo de ese trabajo y produjo un prototipo, la primera BrailleRAP. BrailleRAP se cruzó después con Liblouis, un proyecto de larga data en el mundo del software libre gracias al cual se puede traducir texto a braille en la mayoría de las lenguas. Y luego empezamos a ver la posibilidad de producir braille en una familia, una asociación, o una pequeña escuela en un medio rural.

Al final, el hilo común que atraviesa toda la aventura de BrailleRAP es la documentación del proyecto y su distribución por internet. En realidad, lo que hace posible que se creen vínculos entre los diversos actores es la difusión amplia y generalizada mediante una licencia abierta. Esos actores, a su vez, generan un impacto local a través de sus actividades diarias.

BrailleRAP también permite aprender a usar la escritura táctil que es el braille. Aprender y compartir constituyen mecanismos importantes de nuestra vida social. ¿BrailleRAP se ocupa de la inclusión de individuos en esos mecanismos?

Sí, sin duda, y lo hacemos de diversas maneras. La primera es que BrailleRAP es una máquina digital, así que se puede usar para organizar talleres introductorios en los que analizamos la fabricación digital mediante corte láser e impresión 3D. Un poco de mecánica, un poco de electrónica y el software necesario para controlarlo todo. Estos talleres son interesantes porque, por un lado, desmitifican la complejidad de estas máquinas y la tecnología digital y, por otro lado, el aspecto social del proyecto ilustra el uso de tecnologías digitales desde un ángulo que no suele ser muy destacado: la inclusión. Ayuda a sensibilizar o formar a las personas en tecnologías digitales, y a la vez las hace conscientes del hecho de que lo digital es una herramienta. Y una herramienta no determina el sentido de su uso, así que podemos hacer que lo digital sea social, ambiental, inclusivo, o simplemente útil.

La segunda área es la sensibilización sobre la inclusión en nuestras sociedades. BrailleRAP empezó como un proyecto técnico, con el desafío de crear una máquina funcional que fuese fácil de reproducir. Pero a medida que el proyecto fue evolucionando, me di cuenta de que el braille es un verdadero problema. Suele considerarse como un símbolo de accesibilidad, a pesar de que afecta a alrededor de 10% de las personas ciegas y con visión reducida. A modo de ejemplo, si se colocan signos en braille en un ascensor, quienes los utilizarán serán el 10% de personas no videntes y con visión reducida, mientras el otro 90% se las arreglará. Y de vez en cuando aparecen signos en braille puestos al revés, o sea, ilegibles para una persona ciega.

La tercera, es la educación. En términos de inclusividad para la vida diaria, el braille compite con las más recientes audiotecnologías. Por un lado, estos debates se olvidan de múltiples discapacidades sensoriales, por ejemplo, las personas ciegas y con mala audición. Por otro lado, para los niños y niñas en edad escolar, el braille implica el dominio de la palabra escrita; en otras palabras, la condición mínima para poder asistir a una escuela normal.

Algunas personas piensan que la fabricación colaborativa es una forma de empoderamiento, al colocarse uno/a mismo/a en un proyecto. ¿Tienes algún ejemplo de “desarrollo de poder” y “autoproyección” que hayas experimentado a través de BrailleRAP?

Entre la multitud de proyectos de fuente abierta, BrailleRAP tiene características bien distintivas. Las personas “beneficiarias” de la máquina no la pueden hacer – por ahora sigue siendo demasiado compleja para ser accesible. Por otro lado, la gente que monta la máquina de estampado en relieve no sabe leer braille. Eso significa que todos los individuos que participan son parcialmente discapacitados:

  • El/la fabricante principiante se da cuenta de que puede hacer una máquina útil que tiene un importante sentido social.
  • El/la fabricante experimentado/a se da cuenta de que necesita que alguien valide la operación en la máquina que acaba de terminar de hacer.
  • La persona ciega que valida el braille impresiona a los/as fabricantes por su capacidad para descodificar el braille con el tacto.

Poner en marcha una BrailleRAP al final del taller siempre es un momento de catarsis en el que todas las personas participantes se dan cuenta del poder del colectivo. Sin su contribución personal no funciona, y sin la contribución de otras personas, tampoco. Vamos mucho más allá del objeto técnico que es BrailleRAP para adentrarnos en lo humano, en la conciencia de nosotros/as mismos/as y de los/as demás.

¿Qué planes tiene BrailleRAP para el futuro cercano?

Desde que empezamos a trabajar seriamente con la impresión gráfica en relieve, me di cuenta de que el formato A4 del BrailleRAP histórico es algo limitado. Así que BrailleRAP viene ahora en dos modelos: el histórico, que puede grabar en relieve hasta el formato A4 y el BrailleRAP XL, que puede grabar en relieve hasta el formato A3. En cuanto al software, la financiación que obtuvimos de NGI hace que podamos concentrarnos en el desarrollo. DesktopBrailleRAP permite ahora crear diseños de página mezclando gráficos vectoriales y texto en braille.

A corto plazo, habrá versiones de AccessBrailleRAP y DesktopBrailleRAP en Linux, lo que ampliará el rango de posibilidades y temas para tratar en talleres. Los proyectos también incluyen software para descargar datos de OpenStreetMaps con licencias libres y producir mapas táctiles de estaciones de metro, campus y cruces de tránsito.

En cuanto a eventos más importantes, estamos preparando una misión a la isla Reunión junto con asociaciones locales y un fab lab (laboratorio de fabricación) local. Y estamos buscando financiación para realizar experimentos como una extensión de BrailleRAP Camerún en Congo, Senegal, Tanzania, etc. También estamos en contacto regularmente con asociaciones de personas visualmente discapacitadas de Francia y Europa, de modo que sin duda hay mucho por explorar.

 

Xavier Coadic es consultor del consorcio de NGI0 y activista de software libre y de fuente abierta. Tiene más de 15 años de experiencia en culturas y comunidades de fuente abierta (software, hardware de datos, wetware, grupos de responsables de formulación de políticas y grupos políticos, investigación y desarrollo).

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