Las vidas de los hombres y las mujeres Maasai de las comunidades rurales de Kenia ya no volverán a ser las mismas ahora que tienen acceso al maarifa (conocimiento, en el idioma kiswahili). El nuevo Centro comunitario de conocimiento, inaugurado en abril por el miembro de APC ALIN (Red de Información de las Tierras Áridas, por su sigla en inglés), comúnmente llamado centro Maarifa, está emplazado en el centro de la región de Maasai, y es el más nuevo de todos los centros en contenedores de la región.
Ahora las mujeres y hombres de las comunidades locales pueden ir caminando desde su pueblo hasta este puesto para navegar (o aprender a navegar) en internet y en el sitio web de ALIN, y así aprender sobre mejores prácticas agrícolas, márketing, gestión del medio ambiente o creación y difusión de contenidos sobre la cultura de Maasai, por ejemplo. El centro facilitará también la prestación de servicios de gobierno electrónico y de educación, y promoverá el aprendizaje de destrezas entre los jóvenes de la zona.
El director de programa de ALIN Noah Lusaka tiene a su cargo la implementación de este y los otros once centros de conocimiento, que intentan crear contenido local, en vez de saturar a la población rural keniata con contenidos foráneos, a los que las comunidades no son muy receptivas. Esta información local puede ayudarlos a aprender sobre enfermedades del ganado, mejorar sus pasturas y desarrollar otros tipos de agricultura. No tan lejos de allí, comunidades de Ruanda, Tanzania y Uganda han logrado también intercambiar destrezas e información. APCNoticias conversó con Lusaka para conocer más sobre los “cibercafés en contenedores”.
- APCNoticias: ¿Cómo surgió la idea de tener este servicio de “cibercafés en contenedores”?
NL: La idea de un telecentro instalado en un contenedor trasladable fue concebida en 2007, cuando ALIN estaba desarrollando una nueva estrategia para que las comunidades, en especial de las regiones marginadas, tuvieran mejor acceso a la información y los conocimientos. Seleccionamos diez sitios de la región y asociándonos con otras organizaciones pusimos en marcha los centros Maarifa. Por lo general, los socios nos dan el lugar donde instalar el centro, pero como en algunos casos el espacio disponible era muy reducido, generamos fondos para conseguir contenedores con equipamiento de TIC en buen uso. En realidad, los contenedores están fijados al lugar de manera que sólo sean trasladados si es necesario. No obstante, lo que sucede en cuatro de estos centros (Kyuso, Nguruman, Marigat en Kenia, y Lukwanga en Uganda) es que los voluntarios de información comunitaria están equipados con laptops, lo que les permite ocasionalmente desplazarse para hacer demostraciones de acceso a internet con módems de ADSL móviles. Buscamos así estimular a las comunidades locales a aprender a acceder a la información. Nuestros voluntarios/as comunitarios/as (actualmente destacados/as en diez de nuestros centros) van a las escuelas y mercados para hacer demostraciones y generar conciencia sobre el acceso a la información a través de internet.
APCNoticias: ¿Cómo reaccionaron las comunidades al principio? ¿Y qué está pasando ahora?
NL: Al principio, los/as pobladores/as de las comunidades estaban bastante entusiasmados/as por aprender más destrezas en el uso de las TI, y más aún por acceder por sí mismos/as a la información. Les pareció que ésta era una forma más barata y fácil de acceder a información nueva y práctica, importante para ellos/as. El número de visitantes a los centro aumentó, y el número de inscriptos/as para entrenarse en destrezas de TI se duplicó desde 2007.
APCNoticias: ¿Tendría algún consejo para dar a alguien que quiera seguir sus pasos?
NL: Las comunidades en las que se encuentran los centros deben ser movilizadas para que participen en el proyecto y utilicen sus facilidades. Es importante que las comunidades tengan una participación plena, para que se apropiendel proceso. Un buen ejemplo es el centro Ngarua Maarifa de Laikipia, distrito al oeste de Kenia. Las comunidades generaron ingresos y compraron dos computadores extra para el centro, porque la demanda para las actividades de entrenamiento era muy alta. También hacemos participar a las comunidades en la dirección de los centros, formando un comité asesor compuesto por representantes de las distintas partes interesadas de la región. La función del comité es asegurar el cumplimiento de los objetivos del centro. ALIN estableció objetivos generales como incrementar la capacidad de información y conocimiento de las comunidades, intercambiar conocimiento a través de talleres y debates, documentar contenidos locales y destrezas básicas de computación. Las comunidades de cada centro emprendieron la práctica visionaria de reflexionar sobre el centro en su propio contexto, y establecieron objetivos específicos relevantes para ellos. Esta práctica debe también ayudar a las comunidades a percibir el centro como propio e iniciar planes de inversión. Involucramos también a una persona del lugar, a la que entrenamos técnicamente, para que ayude a que el centro funcione sin problemas. El/la facilitador/a comunitario/a de conocimiento (FCC) es elegido por la comunidad, y colabora entonces con el/la voluntario/a de información comunitario/a (VIC) en las operaciones diarias del centro. La idea del FCC está orientada a garantizar la presencia de recursos humanos sostenibles en el centro. También trabajamos en estrecha colaboración con nuestros socios. Las funciones de los socios van desde proporcionar un local local del centro Maarifa hasta la supervisión general del centro, pasando por el respaldo técnico (ayudar en la reparación de equipos, adquisición de material de lectura, etc.). Además, los socios apoyan a los/as FCC y VIC en la ejecución profesional de sus obligaciones, y colaboran con el centro a través de seguimiento y evaluación , o también organizando eventos, como los días abiertos de información.
Impresiones en la inauguración, desde cerca y desde lejos
Los pobladores/as de las comunidades vecinas llegaron a pie hasta el Centro de conocimiento comunitario de Isinya para su inauguración. Pero la apertura del centro fue objeto también de la atención nacional e internacional.
Theresa Zitting, subdirectora de misión, Embajada de Finlandia: “(El gobierno finlandés) considera que el acceso a la información, si se la utiliza adecuadamente, aumentará la productividad agrícola y fortalecerá los contactos comerciales, mejorando así el bienestar de la comunidad.”
Dr. Bitange Ndemo, secretario permanente del Ministerio de Información y Comunicaciones: “Yo desafío a los miembros de esta comunidad de Isinya a hacer un buen uso del centro, para documentar sus historias únicas, sus conocimientos y cultura local, compartirlos con el resto del mundo, y obtener ingresos al hacerlo”.
Dra. Susan Kaaria, oficial de programa de la Fundación Ford: “He visitado antes otros centros ALIN y me he enterado de muchas historias de logros individuales de personas cuyas vidas fueron transformadas por los centros ALIN.”
Encontrarás más información sobre los centros de conocimiento ALIN en el documento .pdf descargable que se ofrece al final de esta crónica, o en el artículo Pueblo rural se convierte en experto en internet, del East Africa Standard (una de las fuentes de esta nota).
Noah Lusaka es el director de programa de ALIN, donde estuvo a cargo de la implementación del proyecto a través de la movilización de las comunidades, el fortalecimiento de sus capacidades para dirigir el centro y promoción de alianzas con organizaciones de ideas afines. También está involucrado en capacitación para voluntarios/as comprometidos con los centros Maarifa por períodos de un año, en los que adquieren experiencia y competencias para, a su vez, apoyar este tipo de actividades en las comunidades locales.
Por mayor información sobre ALIN, puedes visitar su sitio web o su “perfil de miembro de APC”:http://www.apc.org/es/members/alin.