En este conjunto de informes se analiza cómo las TIC pueden usarse para ayudar a las comunidades de países en desarrollo que enfrentan estrés hídrico a adaptarse al cambio climático. El papel y el potencial de las TIC para ayudar a las comunidades a emplear enfoques innovadores a fin de prepararse para el cambio climático, además de responder y adaptarse a dicho cambio, son cada vez más reconocidos. Las TIC pueden ayudar a mejorar las técnicas de manejo de los recursos hídricos; fortalecer la voz de los y las más vulnerables dentro de los procesos de gobernanza del agua; generar una mayor responsabilidad; brindar acceso a la información local relevante necesaria para reducir el riesgo y la vulnerabilidad; y mejorar el trabajo en red y el intercambio de conocimientos con el fin de difundir buenas prácticas y fortalecer alianzas multisectoriales, entre otras cosas. Pese a basarse en experiencias actuales en el campo de la gestión y la sustentabilidad del uso del agua, la perspectiva de los autores corresponde principalmente al sector de las TIC para el desarrollo. Por eso estos informes deben considerarse como exploratorios, ya que ofrecen una perspectiva nueva para el asunto de la seguridad hídrica en contextos vulnerables.
Encargada por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) y la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), esta colaboración entre ambas organizaciones incluyó varias actividades: investigaciones regionales, talleres, intercambio de conocimientos y experiencias y debates sobre el campo en cuestión.
Si bien la gestión del agua y la sustentabilidad son inquietudes de los especialistas y tienen su propio cuerpo de evidencias que ha ido creciendo con el tiempo, la interfaz de las TIC, el cambio climático y el agua plantea nuevos desafíos teóricos y brechas prácticas. Por un lado, no hay suficientes proyectos que demuestren, en la práctica, el potencial y el impacto innovador que pueden tener las TIC en las comunidades de base para el manejo de los recursos hídricos. Aunque existen varios proyectos, todavía no se conoce lo suficiente como para cubrir las necesidades de adaptación de las comunidades que padecen estrés hídrico debido al impacto que ya produce el cambio climático a nivel local.
Al mismo tiempo, el sector de las TIC para el desarrollo empezó a ocuparse del impacto del cambio climático en su trabajo desde hace poco tiempo – la interfaz entre TIC, cambio climático y agua es compleja, ya que involucra nuevas dinámicas y áreas de la política, y ciencias, que pueden resultar poco conocidas a muchos y muchas profesionales. Todavía está por verse cómo se adapta el sector a un campo relativamente nuevo de investigación, y parte del objetivo de esta publicación es actuar como catalizador de ese proceso.
El informe reúne las conclusiones de los investigadores, muchas de las cuales coinciden. Los autores muestran que el uso de las TIC para la gestión del agua no es necesariamente un campo nuevo, sino más bien un área que atrae nuevas inversiones en el contexto del cambio climático. Esto tiene consecuencias para el desarrollo de una agenda de investigación, dado que se puede aprovechar el cuerpo de pensamiento teórico y las experiencias prácticas que ya se han hecho en ese campo, incluyendo la experiencia de quienes trabajan en TIC para el desarrollo en cuanto a la implementación de proyectos de TIC en las comunidades de base.
La seguridad hídrica tampoco es un asunto exclusivo del cambio climático. Tal como se ha señalado, es probable que el cambio climático exacerbe los problemas de desarrollo ya existentes. Cuestiones como las brechas de pobreza y el crecimiento de la población, que por sí mismas incrementarán el estrés hídrico en las comunidades, se verán aumentadas a través del lente del cambio climático, si bien es probable que dicho cambio plantee nuevos desafíos debido al impacto que tendrá sobre los ciclos del agua y su disponibilidad.
La aplicación de las TIC para la adaptación en contextos de estrés hídrico se enfrenta a un importante desafío: la falta de aptitud digital que sufren muchas comunidades, a pesar de la proliferación de teléfonos celulares, limita el alcance de la propiedad local y el potencial de uso de las TIC con fines adaptativos. Esto exige también el desbloqueo de los cuellos de botella de la política, que pueden inhibir la adopción de las TIC en las comunidades vulnerables. Al mismo tiempo, si bien existe el deseo y cierto potencial para realizar una adopción gradual de las TIC, no se pueden aplicar los supuestos generales en relación a la capacidad de las TIC de catalizar la adaptación innovadora a nivel local. Los modelos innovadores dependen de la aptitud digital de cada comunidad local. La adaptación implica adaptación a las variedades locales, tanto de formatos como de lenguas, de las comunidades entre sí. Asia muestra que incluso las TIC tradicionales – como la radio y la televisión – plantean un desafío para el aprendizaje a nivel local. De manera similar, las estrategias móviles diferirán, por ejemplo, en regiones como Asia y África, al igual que entre los países de esos continentes. Por ello, es poco probable que sea practicable una solución tecnológica de talla única a nivel local – con propiedad y uso local.
Si bien es cierto que hay que adaptar las políticas a nivel nacional y regional a fin de desbloquear los cuellos de botella que inhiben la innovación, y si bien las iniciativas regionales y nacionales de TIC – por ejemplo, las que tienen que ver con el intercambio y el mapeo de datos – tienen mucho potencial, las aplicaciones locales podrán atenderse mejor con enfoques metodológicos que definan la adecuación de las estrategias locales de innovación mediante el uso de TIC. Las mismas deben incorporar las prácticas y el conocimiento locales, como bien saben quienes trabajan en el sector de TIC para el desarrollo, para que se produzcan la innovación y la adaptación. Dadas estas condiciones, es necesario prestar atención a las variables locales aunque esto genere problemas a la hora de los cambios progresivos.
Los capítulos también indican la necesidad de establecer un vínculo entre el conocimiento, los recursos y las prácticas locales a la hora de implementar estrategias de TIC. Si bien los estudios regionales promueven un análisis detallado de las consecuencias de las TIC a nivel local, lo que también se apoya en las preguntas de investigación surgidas en el taller realizado en Johanesburgo en enero de 2011, Angelica Ospina, Richard Heeks y Edith Adera ofrecen una perspectiva conceptual que admite la variabilidad y la consideración de las dinámicas específicas de cada lugar. El modelo que proponen defiende el papel específico de las TIC, pero no necesariamente postula una postura centrada en las TIC.
Todos los autores que participan en el trabajo subrayan la necesidad de contar con estrategias pro pobres, y la de contar con agendas de investigación que contextualicen el impacto del cambio climático en la seguridad hídrica para las comunidades vulnerables. Gilles Cliche y Miguel Saravia sostienen que se trata de un imperativo moral – que es necesario actuar ahora y que hay datos suficientes como para justificar esta acción. Se espera que esta publicación constituya un aporte en cuanto a desafiar y desbloquear algunos de los factores que inhiben la acción.
Lee el informe de síntesis o descarga la publicación completa (en inglés): Application of ICTs for climate change adaptation in the water sector: Developing country experiences and emerging research priorities: Application of ICTs for climate change adaptation in the water sector: Developing country experiences and emerging research priorities.
Entérate más sobre el trabajo de APC en relación con las TIC y el medio ambiente en greeningit.apc.org
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