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Image: Female sarpanchas.

Female sarpanchasFemale sarpanchasEn India, país altamente rural, los simputadoress, una alternativa portátil al PC de bajo costo que requiere escasa alfabetización informática, se introdujeron para darles voz a las personas marginadas a través de sus líderes locales. En 1993 se introdujo el sistema del Panchayati Raj (autogobierno del pueblo) como herramienta para mejorar la vida de las comunidades rurales. Una de sus principales ventajas fue que 33% de los escaños fueron reservados para mujeres, cuota que hace poco ascendió a 50% en el estado de Chhattisgarh, uno de los más pobres de todo el país y lugar donde la evaluadora de GEM, doctora Anupama Saxena, de la Universidad Guru Ghasidas, realizó su estudio.

El estudio revela que, incluso con la garantía oficial de su presencia en la gobernanza local, las mujeres sarpanchas (jefas del pueblo elegidas democráticamente) no pudieron participar en un plano de igualdad con los hombres en la gobernanza rural.

Cuando se introdujeron las TIC en 2005 en algunos de los pueblos en los que se implementó el sistema panchayats, todo el mundo esperaba que cambiara el proceso de gobernanza rural y que los sarpanchas – hombres y mujeres – serían los principales beneficiarios. Sin embargo, aunque las mujeres sarpanchas parecían alegres, entusiastas y optimistas en cuanto al uso de la tecnología, hasta ahora no ha habido cambios visibles o tangibles en su participación. El estudio de GEM sirvió para entender el por qué: existen numerosos problemas ligados a los simputadores y desigualdades tan arraigadas que las representantes mujeres ya designadas siguen sin tener una voz audible – cosa que una evaluación que no se centre en las desigualdades de género habría podido no revelar.

Representación no significa participación

La participación desigual de las mujeres sarpanchas en la gobernanza electrónica rural es resultado de la discriminación social y cultural de las mujeres.

Las diferencias entre el uso de los simputadores por parte de hombres y mujeres son sustantivas: uno de cada tres hombres que recibieron un simputador transfirieron información hacia y desde él. Entre las mujeres, menos de una cada 100 (0,7%) lo usaron para transferir datos. De modo que si bien se supone que 33% de las jefaturas de gobiernos locales están a cargo de mujeres, no están participando activamente del proceso y el uso de GEM sirvió para descubrir por qué.

La falta de educación, los roles reproductivos y productivos, la falta de independencia financiera y ciertos tabúes culturales y religiosos muy arraigados hacen que sea muy difícil para las mujeres hacerse oír en espacios en los que tradicionalmente predominan los hombres como la política, y la insignificancia de la presencia de mujeres sarpanchas en la gobernanza rural es obvia.

“Uno de los maridos sarpanchas nos negó el acceso a su esposa,” recuerda la doctora Saxena. “Nos dijo repetidas veces por teléfono que no había ninguna necesidad de reunirnos con su esposa, que simplemente se quedaba en el hogar, y que vivía lejos del panchayata que representaba,que jamás visitaba. Y que era él quien realizaba todas las tareas de sarpancha”. Este tipo de historias, con variantes, fue bastante común.

Esta pequeá introducción fue tomada del artículo presentado en la página de myGEM.
“Lea el artículo completo”:http://www.genderevaluation.net/mygem/news/gobernanza_electronica_en_la…