En 2021, creamos las condiciones para que personas afectadas por la exclusión, discriminación y desigualdad puedan usar y modelar internet y las tecnologías digitales de forma significativa y que se ajuste a sus necesidades.
Promovimos el fortalecimiento de una red de actores que trabajen en el Sur global buscando soluciones de conectividad orientadas a la comunidad
Gracias a una serie de esfuerzos para el fortalecimiento de la instituciones, varias comunidades que antes funcionaban aisladas pueden ahora identificar a otros grupos y personas que trabajan en condiciones similares en el Sur global. Las mismas comunidades están comunicándose con otras para encontrarse y colaborar en algunos proyectos. Algunos ejemplos: la organización miembro de APC en Colombia, Colnodo, ayudó a otro miembro, Sulá Batsú, a crear una red comunitaria de mujeres en Costa Rica. Mujeres se reunieron en Malawi y Kenia para hablar de cómo aplicar los Principios feministas en internet a las redes comunitarias. Los numerosos encuentros en línea que organizó APC, como el encuentro en línea de redes locales, los webinars tech-talk y el Festival de cine Routing for Communities también constituyeron una oportunidad para que gente de África, Asia y América Latina pudieran intercambiar experiencias y aprendizajes en 2021.
Tabajamos en un enfoque sistemático para formaciones a cargo de la comunidad
Hay casi 35 comunidades que comparten conocimientos y piensan en conjunto cómo construir y fortalecer las redes comunitarias se están uniendo a las Escuelas nacionales de redes comunitarias, las primeras de este tipo, que funcionan en cinco países: Brasil, Indonesia, Kenia, Nigeria y Sudáfrica.
Las escuelas nacionales son un esfuerzo colectivo de creación y fortalecimiento de capacidades que permiten la creación, desarrollo y consolidación de redes comunitarias, como una forma de cultivar enfoques sostenibles para lograr contar con servicios de comunicación y conectividad significativa.
Entre los preparativos de 2021 y enero de 2023, cada escuela construirá su propio programa de formación de acuerdo con las necesidades e intereses locales. Además de ser una forma de potenciar el aprendizaje, cada escuela busca ser un multiplicador de iniciativas lideradas por cada comunidad, reuniendo a personas de diferentes comunidades de todo el país y fomentando la colaboración con otras organizaciones que trabajan con un enfoque de inclusión digital.
Este enfoque está generando fuertes movimientos a nivel nacional. Otras organizaciones ya han mostrado interés en organizar escuelas nacionales de redes comunitarias también en otros países como Tanzania, India y Malawi.
El éxito de campañas para generar un cambio político en relación a la inclusión digital en Kenia, Zimbabwe y Etiopía
El éxito es particularmente visibile sobre todo en Kenia, donde APC y su organización miembro KICTANet apoyaron al ente regulador en la creación de un nuevo licenciamiento para redes comunitarias. El resultado fue que, en noviembre de 2021, la Autoridad de comunicaciones de Kenia adoptó un Marco de licenciamiento y espectro compartido para redes comunitarias a raíz de un proceso de consulta pública realizada en todo el país y luego de promover un proceso que permitió desarrollar el marco junto con múltiples interesados/as.
En Zimbabwe, Murambinda – un área de “crecimiento puntual” establecida a principios de la década de 1980 en el distrito de Buhera – fue sede del lanzamiento de la primera red comunitaria del país en mayo de 2021. Desde entonces, se lograron varias cosas importantes con el apoyo de APC en relación a la creación de procesos participativos y diálogo multisectorial: el país tuvo su primera conferencia nacional sobre el tema y considera la creación de comités de redes comunitarias en provincias de todo Zimbabwe, con esperanza de multiplicar este enfoque comunitario para brindar acceso a internet. Esto podría ayudar a conseguir apoyo concreto para el surgimiento y crecimiento de varias redes comunitarias en 2022.
Rol central en la construcción de un movimiento de redes comunitarias a nivel regional y global que permitió renovar el reconocimiento de esta alternativa en espacios y procesos internacionales
En 2021, APC estableció asociaciones para colaborar en el crecimiento del movimiento de redes comunitarias. Con el activismo directo de APC, el resultado fue un nuevo reconocimiento de las redes comunitarias a nivel de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y otros espacios y procesos globales, garantizando la incorporación oficial de un lenguaje aceptado y aceptable para las soluciones de conectividad centradas en la comunidad.
Trabajando junto con organizaciones e individuos muy respetados en la militancia por redes comunitarias en diferentes foros como UIT, Mozilla, DSA, LIRNE, Connectivity Capital y Research ICT Solutions, además de un movimiento entre mujeres de redes comunitarias, APC logró dar pasos positivos hacia la introducción de un lenguaje favorable en las recomendaciones y los informes globales, que están disponibles ahora para que la sociedad civil pueda ejercer su militancia a nivel nacional o regional a favor de políticas y regulaciones que permitan estas alternativas.
Apoyo a iniciativas que generarán contribuciones estratégicas para el movimiento de redes comunitarias
Un llamado abierto de APC y Rhizomatica recibió 96 candidaturas de iniciativas y proyectos directamente involucrados con redes comunitarias, ya existentes o nuevas, del mundo entero. El Programa de subsidios para redes comunitarias de 2021 apoyó 17 proyectos en diferentes países (seis en África, seis en Asia y cinco en América Latina).
También se creó una tutoría sobre formación y creación de movimientos con el objetivo de ayudar a mujeres y personas de género diverso, queer y trans a asumir roles de liderazgo en el activismo a favor de las redes comunitarias: se trata del programa Activismo sociopolítico para la participación de las redes comunitarias (SPACE, por su sigla en inglés).
Colnodo apoyó la implementación de una red comunitaria para personas inmigrantes, refugiadas y la comunidad indígena Wayúu en La Guajira, Colombia
Colnodo, con el apoyo de la Agencia de Refugiados de Naciones Unidas y la Fundación Hermanos sin Condiciones, además del apoyo financiero del gobierno de Luxemburgo, organizó la implementación de una red comunitaria con acceso a internet para promover la inclusión digital de personas refugiadas, migrantes y albergar comunidades en el asentamiento Tres de Abril de Uribia, La Guajira, Colombia.
Esta red comunitaria autogestionada, que promueve la participación de la comunidad indígena Wayúu y de las personas refugiadas y migrantes que se encuentran en el territorio, permitió que la comunidad tuviera acceso a servicios informáticos, se apropiase de las tecnologías, y utilizase y gestionase colectivamente una red comunitaria inalámbrica que se alimenta de energía a través de paneles solares, lo que la vuelve autónoma.
La confianza, esperanza y perseverancia de la población de Uribia fueron fundamentales para el diseño, la construcción y el mantenimiento de la red, que mejora notoriamente la calidad de vida de la gente de la comunidad, ofrece oportunidades educativas a las personas más jóvenes, y permite la comunicación con los seres queridos mediante el servicio de internet.
“Tejiendo nuestros sueños”, así se llama la red. Facilita la inclusión digital de las personas refugiadas y migrantes, alberga a las comunidades de La Guajira y se propone reducir la brecha digital que afecta a quienes se han visto en la obligación de huir, además de aumentar las posibilidad de su proceso de integración social. Hoy, la gente de la comunidad puede pensar en su bienestar y proyectarse de maneras que creían imposibles antes de la implementación de la red comunitaria.
Digital Empowerment Foundation marcó la importancia de las redes comunitarias a través de la campaña “Redes comunitarias por el bien social”
En 2020, la pandemia de COVID-19 provocó un aumento inevitable del uso de las tecnologías digitales debido a los confinamientos de países enteros. Simultáneamente, muchas comunidades rurales y de bajos ingresos del mundo entero carecían de un acceso confiable y asequible, lo que hizo que muchas personas no tuvieran acceso a una serie de servicios digitales fundamentales – desde la salud pública y la información hasta la educación.
Con todo esto en mente y con el apoyo de un subsidio para investigación y campaña de APC, Digital Empowerment Foundation (DEF) implementó una campaña relacionada a un evento en toda la región de Asia-Pacífico sobre “Red comunitaria por el bien social”. La campaña se realizó durante el 5º Intercambio de redes comunitarias (CNX, por su sigla en inglés), que se llevó a cabo del 15 al 23 de noviembre de 2021. CNX es un evento multisectorial en línea organizado por DEF y la Internet Society que reúne a practicantes de redes comunitarias y entusiastas de la conectividad comunitaria a internet con el fin de intercambiar ideas y funcionar como catalizadores/as para el movimiento activista por la conectividad de las comunidades de base.
Dentro del tema general del evento, “Redes comunitarias por el bien social”, los subtemas de las sesiones plantearon reflexionones sobre la importancia de las redes comunitarias como aceleradores del alcance y como proveedores de ayuda para que las comunidades puedan responder a la COVID-19, además de aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo digital. También se analizaron las experiencias y los desafíos que enfrentaron las redes comunitarias durante la pandemia, como el mal uso y la mala información generalizados, así como los desafíos del acceso a la información correcta en línea.
Intervozes militó por una asignación justa de los fondos de servicio universal de las telecomunicaciones para el acceso a internet en Brasil
En marzo de 2021, el Congreso Nacional de Brasil aprobó la Ley N. 14.109 que regula el Fondo de Servicios de Universalización de los servicios de telecomunicación (FUST), después de derrocar el veto del presidente, Jair Bolsonaro. Si bien se considera un referente, la ley generó inquietudes en diferentes sectores de la sociedad, tales como el Instituto Telecom (entidad dedicada a la investigación y a estudios de telecomunicaciones), que publicó una declaración en la que predice la asignación de una parte significativa de los recursos del FUST a grandes empresas de telecomunicaciones y agroindustria, a costa de las escuelas públicas y las poblaciones menos privilegiadas.
Apoyándose en los datas mapeados por el proyecto Territorios libres, Tecnologías libres, que reafirma la urgencia de contar con políticas de conectividad para acabar con las desigualdades del acceso a internet en las comunidades rurales y tradicionales en la región del nordeste de Brasil, Intervozes desarrolló el plan estratégico de la campaña Tem Boi Na Linha (Hay un/a intruso/a en la línea), con el apoyo de APC. La campaña cuestionaba: "¿Qué internet queremos en las comunidades?"
El plan reunió a numerosas organizaciones de derechos digitales, movimientos de comunicación comunitaria, y pueblos y comunidades tradicionales que trabajaron conjuntamente en promover políticas nacionales y regionales de conectividad digital. El objetivo del proyecto era identificar los caminos convergentes para exigir un ecosistema de conectividad que garantice el acceso a los derechos sin renunciar a los principios de autonomía y autodeterminación de los territorios. La planificación se hizo en tres etapas: mapeo de las políticas de conectividad existentes en algunos estados del nordeste; recolección de relatos de la comunidad sobre conectividad digital; y consolidación de la planificación con los miembros de la articulación “Ondas da Resistência”.