Pasar al contenido principal

Alumnos en el centro multimedia Foto: José Luis RiehmeAlumnos en el centro multimedia Foto: José Luis Riehme100 instituciones afincadas en zonas rurales de Paraguay con acceso a internet. Población indígena, de escasos recursos, experimentando por primera vez un contacto con el mundo que trasciende sus vínculos locales. Estas son algunas imágenes que deja el proyecto Oportunet, que comenzó en el año 2007 en Paraguay y hoy demuestra que es posible pensar en internet como puerta al desarrollo económico y social de las comunidades más pobres.

Paraguay es el país de la región que tiene la conexión a internet más cara y la penetración más baja. Sólo el 7,8% de la población tiene conexión a internet en sus hogares.

Por otra parte, el costo de conexión a internet para una familia paraguaya es mucho mayor si lo comparamos con el salario mínimo del país. La empresa estatal Copaco cobra por una conexión mensual ilimitada a una velocidad de 256 kbps, 35 dólares mensuales. Esto representa un 13% del salario mínimo paraguayo. La situación es muy diferente en países desarrollados con alta penetración de tecnologías de la información y comunicación. En Canadá por ejemplo, el costo de una conexión a internet al doble de velocidad representa aproximadamente el 5% del salario mínimo promedio de ese país.

En este contexto surge Oportunet, un proyecto ejecutado por la Fundación Paraguaya, organización que busca promover el emprendedurismo en poblaciones de bajos recursos. Contó para su realización con fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. La iniciativa garantiza el acceso a internet en forma gratuita por un lapso de dos años a 100 instituciones ubicadas en zonas rurales de Paraguay. El objetivo es llevar las tecnologías de la información y comunicación a las escuelas rurales, radios comunitarias, asociaciones indígenas y otros beneficiarios sin capacidad de acceso a internet.

En el colegio indígena “Yalve Sanga”, ubicado en el chaco paraguayo, en medio de una comunidad perteneciente al grupo étnico indígena de los “enlhet”, la introducción de internet permitió impartir cursos de capacitación en mecanografía y manejo de la red (especialmente del correo electrónico). Esto permite a los niños y jóvenes un mayor y mejor acceso a oportunidades laborales, señaló a APCNoticias el coordinador de capacitaciones del colegio. Esta institución escolar es administrada por la Asociación de Servicios de Cooperación Indígena Mennonita (ASCIM), una ONG que coopera para el mejoramiento de la calidad de vida de los pueblos indígenas del Chaco Central. Para desarrollar su proyecto de conectividad contó con el apoyo de Oportunet. “En los 145 alumnos indígenas de nuestro colegio hemos visto que internet aporta en forma muy especial al mejoramiento de la vida”, remarcó Janz Bruce, coordinador de capacitaciones de “Yalve Sanga”.

Por otra parte, la conexión sirve para que los usuarios estén más informados sobre lo que ocurre en “todos los ámbitos de la vida”. “Esta realidad les da la mano para salir del anonimato y crearse opiniones propias de lo ocurre a su alrededor”, señaló el coordinador de capacitaciones del colegio. “Por medio de la conectividad los alumnos del colegio se ven más involucrados en los sucesos a nivel nacional e internacional. Ya no se sienten tan aislados y perdidos en el Chaco. Hasta participamos con los alumnos del colegio en la encuesta para la Cumbre de las Américas”, agregó.

También puede ser útil para incrementar las oportunidades laborales: a fines de 2008 se creó una “bolsa de trabajo” que incorpora el perfil de los ex alumnos del colegio. El proyecto es nuevo y aún no se conocen datos sobre su efectividad.

Actualmente, el colegio está implementando un sistema de entrega de tareas por correo electrónico. “Este sistema motiva al alumno a realizar con más ganas sus tareas y al mismo tiempo ahorra papel, tinta, y otros gastos económicos”, destacó Janz. Ya existe la posibilidad de consultar calificaciones en el sitio en internet de la institución, con una clave personal.

En la misma dirección trabaja la Escuela Juan Ángel Benítez, ubicada en la localidad de Coronel Oviedo, beneficiaria del proyecto Oportunet. “Internet cambió nuestras vidas, y a buen tiempo… Tenemos 1000 alumnos, y esta herramienta nos vino como anillo al dedo. La utilizamos al máximo en todas las materias y nos facilitó todo: tiempo, trabajo. Descubrimos y conocimos lo que nunca pensamos conocer, nos hizo conocer el mundo. Los chicos están tan entusiasmados que ni a clase han faltado, porque la curiosidad de ellos la satisface, y eso se nota”, contó a APCNoticias la profesora de informática del liceo, Gladys Irala Giménez. Ese mismo entusiasmo los llevó a armar una revista impresa y digital. Apenas la pusieron a la venta se agotó, y hoy puede leerse en: http://www.oportunet.com.py/escuelajuanangelbenitez/

El mundo cercano

Una de las principales funciones que cumple internet en las comunidades rurales de Paraguay es la de ser vía de contacto con un mundo exterior al que no accederían de otra forma.

“Una persona mostró, a través de una video llamada, su nieto recién nacido en España a su abuela en Paraguay. Se le llenaron los ojos de lágrimas. No podía creer que era posible realizar esto en nuestra comunidad”, cuenta José Luis Riehme a APCNoticias. Es presidente de un centro multimedia comunitario gestionado por la Asociación Oñondivepá Teko Sakame (AOTS, que significa en guaraní “juntos por un estilo de vida transparente”) en la ciudad de Capitán Miranda, que comenzó a funcionar en diciembre de 2007 con fondos de UNESCO y el apoyo de Oportunet. Hoy brinda capacitación en Informática y servicios de internet (banda ancha, web cam, skype) a costos accesibles a la población local.

No sólo es útil para conocer otras personas y otras realidades, sino para reforzar lazos familiares ya existentes. Capitán Miranda, por ejemplo, tiene un alto índice de personas que han viajado al exterior en busca de trabajo y de mejorar su calidad de vida. Al mismo tiempo, permite vincular a organizaciones y grupos de la propia localidad.

Por otra parte, constituye una herramienta valiosa para la educación y capacitación laboral de niños y jóvenes. El centro multimedia de Capitán Miranda trabaja actualmente en un proyecto dirigido a esa franja etaria. “Estamos trabajando en un proyecto para poder acercar a los niños y jóvenes de escasos recursos del área rural para capacitarles y hacerles conocer las tecnologías de información y comunicación. Es un reto bastante grande, ya que muchos distan del centro urbano hasta 15 kilómetros, sobre caminos de tierra y con escasos medios de transporte. Estos chicos prácticamente no terminan sus estudios primarios porque estas escuelas rurales tienen solamente primer y segundo ciclo”, relató Riehme.

Pero queda mucho por hacer. Las limitantes se deben fundamentalmente a la falta de recursos. Janz afirma que la implementación de clases universitarias por internet para jóvenes indígenas que viven alejados de sus lugares de estudio y la ampliación del ancho de banda son los dos desafíos a priorizar en la actualidad. “Sería un tremendo aporte para el crecimiento económico y social de las comunidades indígenas”, reflexiona.

Diez años atrás, en una clase de informática, Janz tuvo que desarmar una computadora para mostrar que no había nada extraño allí dentro. Hoy el colegio tiene 16 máquinas. El progreso no fue sólo material. Internet ha cambiado radicalmente, y lo sigue haciendo, la vida de las comunidades rurales de Paraguay.

Nota de la editora: Oportunet fue una de las organizaciones que participó en los talleres de TRICALCAR (Tejiendo redes inalámbricas comunitarias en América Latina y el Caribe), una iniciativa de despliegue de redes inalámbricas y capacitación promovida por miembros latinoamericanos de APC.

Al volver a casa la gente de Oportunet contó que el taller de TRICALCAR fue muy útil para revisar la topología de la red de su organización, evaluando otros dispositivos y protocolos, además de experimentar con VoIP y otras aplicaciones posibles que aún no están permitidas en Paraguay.