Cuando la Asociación para los derechos de la mujer y el desarrollo (AWID) proyectó algunas historias digitales del Intercambio feminista de tecnología (FTX, por su sigla en inglés) en las sesiones plenarias del Foro de AWID, en noviembre de 2008, las integrantes del equipo del Programa de apoyo a las redes de mujeres (PARM) de APC estaban muy emocionadas, recuerda Chat Garcia Ramilo, directora del programa. “Y recuerdo lo nerviosas y entusiasmadas que estaban las participantes del FTX, ya que sus historias personales se presentarían ante más de 2.000 mujeres”. La sesión plenaria estaba llena de gente y en el momento en que comenzó la proyección historia digital se hizo un silencio total. Al terminar, los murmullos del público eran cada vez más fuertes. El video desencadenó identificaciones de inmediato; la sensación era “¡Yo podría hacer eso! Y quiero hacerlo con… las mujeres mineras de mi comunidad, o sobre los abortos prohibidos que sacrifican la vida de las mujeres en Nicaragua, o sobre el trabajo de mi organización”. Para Chat, en ese momento empezó a rendir frutos el trabajo de hormiga que había hecho APC durante los cuatro años anteriores: “me acuerdo de estar sentada en la sala de actos, maravillada por todo lo que habíamos logrado”.
¿Cómo hizo APC para que el movimiento de las mujeres se interesara en las TIC?
“El FTX dejó al descubierto las intersecciones entre los derechos de comunicación, los derechos de las mujeres y el fortalecimiento del movimiento. Y está empezando a ser un argumento de peso para las más de 2000 participantes del foro, que muestra que esos temas importan para el trabajo por los derechos las mujeres que, como movimiento, ha tenido cierta tendencia a la lentitud en cuanto a la adopción de las TIC, o le ha costado entender la comunicación y la tecnología como asuntos políticos feministas importantes para promover avances en el movimiento por los derechos de las mujeres”, dice Anna Turley, directora de iniciativas estratégicas de AWID.
El Foro de AWID es el mayor evento de su tipo dentro del movimiento de las mujeres; cada tres años reúne a líderes de los derechos de las mujeres y activistas del mundo entero para elaborar estrategias y aprender. El PARM de APC fue invitado a organizar el FTX, un evento de tres días previo al foro que tuvo lugar en Sudáfrica en 2008; la participación fue de una cada 20 participantes del Foro de AWID. La visibilidad del FTX fue radicalmente diferente a en relación a la primera vez que APC participó en el Foro de AWID en 2002, cuando organizamos un cybercafé en el sótano del lugar donde se desarrollaba la conferencia.
El cambio empezó alrededor de 2005, cuando el programa de mujeres de APC decidió centrar su trabajo de activismo político y capacitación en un único tema con conexiones múltiples: las TIC y la violencia hacia las mujeres. Fue una movida estratégica que sirvió para comprometer al movimiento de las mujeres en general en la política de las TIC – dado que la violencia doméstica fue uno de los temas más reconocidos en el movimiento de las mujeres- y para que el PARM de APC profundizara su propia comprensión del impacto de las políticas de TIC sobre la agenda de los derechos de la mujer.
El PARM de APC venía capacitando a a activistas por los derechos de las mujeres bastante antes del FTX, combinando el aprendizaje de nuevos conocimientos en tecnología en un espacio de colaboración y confianza, adoptando la perspectiva de las mujeres. Pero desde 2005 en adelante nos concentramos específicamente en capacitar gente para combatir la violencia hacia las mujeres. Elegimos tecnologías nuevas y apropiadas, teniendo en cuenta sus beneficios pero, también, su uso real contra las mujeres y concentramos buena parte de nuestro trabajo práctico en torno de una campaña –¡Dominemos la tecnología!- y una metodología muy poderosa, la narración de historias digitales (ver la sección Crear una red de personas que promuevan la tecnología para el cambio social).
La decisión de concentrarse en un área temática sirvió de base para examinar una nutrida lista de derechos en internet (derecho a la privacidad, libertad de expresión, información, ciudadanía, reunión, movilidad y seguridad) y un enorme abanico de derechos civiles y políticos desde una perspectiva claramente feminista e igualitaria en términos de género. También sirvió para comprometer al movimiento de los derechos de comunicación en general, sobre todo en cuanto a la regulación de contenidos y, en relación al movimiento de las mujeres, fue el momento político justo. Temas como el el acoso cibernético y la violencia hacia las mujeres en los video juegos recién empezaban a tener visibilidad. Había escasez deinformación y análisis sobre la interconexión entre los derechos de comunicación, la tecnología y la violencia de género, y en 2005 el PARM elaboró dos trabajos de análisis sobre la violencia hacia las mujeres y la tecnología: Peligros digitales: las tecnologías de información y comunicación y la trata de mujeres y ¿Cultivando la violencia mediante la tecnología? Explorando la conexión entre tecnologías de la información y la comunicación y violencia contra las mujeres.
Los dos documentos iban acompañados de otros recursos sobre las diferentes facetas de la violencia en línea hacia la mujer en cuanto a las políticas que y enfocamos más claramente nuestras actividades de incidencia política en las áreas de abertura, privacidad y seguridad en varios foros importantes sobre políticas de TIC y mujeres. Una tercera investigación, titulada The World Wide Web of Desire, analiza aún con más detalles la regulación de contenidos en internet y el debate sobre “contenidos dañinos”.
“Ya no tenemos que convencer a las feministas acerca de la relevancia de las TIC en su vida”, cuenta Chat Garcia Ramilo. “Una sesión de AWID preguntaba “¿Internet es feminista?’ y por primera vez las defensoras de los derechos de las mujeres de todas partes del mundo debatieron el tema y vieron claramente la necesidad de crear un internet feminista. Pero quizá el cambio más significativo de nuestro trabajo se sintetiza en la cantidad de mujeres formadas en los talleres de los últimos cuatro años1, que terminaron sorprendidas por por los nuevos conocimientos y perspespectivas adquiridas, y que luego fueron mentoras de TIC en sus comunidades y organizaciones, escribiendo blogs y transmitiendo audio o video en línea o, simplemente, siendo ellas mismas pero sintiéndose aún más fuertes”.
Intercambio feminista de tecnología (FTX): unir a las técnicas feministas y al movimiento de las mujeres
Ekaete Judith Umoh, de Nigeria, es una participante típica del FTX. Quiere usar internet y otras tecnologías para aumentar su eficiencia. Y quiere entender cómo se conectan los derechos a la información y a la comunicación con su área específica de incidencia, la igualdad de las mujeres y las niñas con capacidades diferentes.
El FTX forma a las activistas por los derechos de las mujeres, sobre todo a aquellas que, como Ekaete, viven en países en desarrollo, para que sepan lo esencial sobre internet, audio y otras herramientas técnicas. El FTX explora especialmente la política y el impacto de la tecnología sobre la vida de las mujeres.
“Es muy estratégico pensar en un taller centrado en temas relativos a las mujeres y la práctica feminista de la tecnología. A menudo, la capacitación en el uso de las herramientas ocupa todo el espacio disponible en los talleres técnicos y las personas no tienen oportunidad de debatir realmente sobre el tema subyacente de las políticas, o el impacto en su contexto”, comenta Margarita Salas, coordinadora del diálogo temático del FTX e integrante de Sulá Batsú, miembro de APC en Costa Rica.
Las capacitadoras concuerdan en que es raro encontrar a otras “técnicas feministas”, es decir activistas tanto en el movimiento feminista y de los derechos de las mujeres como en el la tecnología.
El primer FTX formó a más de 100 activistas por los derechos de las mujeres que también participaban del Foro de AWID en Sudáfrica, en noviembre de 2008. Allí se generó la demanda de FTX regionales y el primero se realizó en América Latina.
¡Dominemos a la tecnología! Nuevas herramientas para un viejo problema
Cada 25 de noviembre, desde 2006, la campaña ¡Dominemos la tecnología! alienta a activistas por los derechos de las mujeres y a usuarios/as cotidianos de tecnología a explorar las herramientas de TIC, y especialmente las de la web 2.0, desde un punto de vista feminista. Los y las participantes de la campaña usan, o conocen por primera vez, la última tecnología –blogs, redes sociales, campañas por SMS, historias digitales– a fin de entender y estar alertas antelos riesgos que pueden implicar las tecnologías en línea y móviles, y para conocer la realidad de otras mujeres, saber cómo usar las TIC para luchar contra la violencia y estar listas para actuar.
Durante cada uno de los 16 días el sitio de la campaña presenta una acción diferente. Por ejemplo, un día, los y las activistas realizan y envían postales digitales contra la violencia; otro día, actualizan las páginas de Wikipedia para incluir perspectivas de género. La campaña también ofrece consejos de seguridad en línea.
“La campaña fue un buen incentivo para empezar a escribir un blog y me hizo pensar en la diferencia entre escribir con mi nombre real o con un seudónimo”, comenta una activista de Brasil, donde g2g tradujo el material al portugués y alentó a las organizaciones locales de mujeres a participar en todas las facetas de la campaña.
“¡Dominemos la tecnología! rechaza el discurso de la victimización”, explica Jac sm Kee, coordinadora de la campaña. “Se trata de ver los espacios digitales como algo políticamente relevante y de disponer de 16 días para realizar acciones simples, pero creativas y concretas, para luchar contra la violencia hacia las mujeres. En ese proceso aprendemos, nos acomodamos a las nuevas tecnologías y cambiamos de actitud hacia la relación de las mujeres con la tecnología”.
¡Dominemos la tecnología! está siendo cada vez más adoptada y adaptada localmente por organizaciones y redes de diferentes partes del mundo, desde Camboya hasta México pasando por República de Congo. La campaña ayuda a ampliar el movimiento de las mujeres, ya que muchas de las activistas son creadoras de contenidos, colectivos ad hoc, organizaciones nuevas en el área de las TIC y los derechos de las mujeres, y hombres.
Artículo adaptado del Informe de avance 2004-2008 de APC (próximamente en español y en inglés).