Es una buena noticia que no se haya aprobado, de momento, el artículo 13 del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea. El 5 de julio, tras una campaña organizada durante meses por grupos y personas de sociedad civil en defensa de los derechos humanos en internet, el Parlamento votó en contra. Save your Internet (Salva tu Internet), la iniciativa en la que han participado Creative Commons, Wikimedia, Civil Liberties Union for Europe y APC, entre otras, es una victoria y también una advertencia: sólo la reacción de la ciudadanía organizada puede frenar las restricciones a la libertad de expresión que avanzan de forma global.
Una cuestión que trasciende el contexto europeo
La propuesta de reforma de derechos de autor en la Unión Europea amenaza gravemente la posibilidad de acceder, usar y producir contenidos en internet de manera libre y abierta. De ser aprobado el artículo 13, la disposición de la propuesta de la Directiva sobre derechos de autor, se institucionalizaría la supervisión y eliminación de todo el contenido subido a internet si se detecta una semejanza con contenido protegido por derechos de autor. Las consecuencias de la aprobación de la reforma propuesta incluirían censura generalizada mediante la aplicación de filtros obligatorios e imposición económica al uso de enlaces. El resultado sería una concentración aún mayor del mercado en manos de las grandes industrias y un entorno en línea mucho menos diverso y plural.
La cuestión trasciende el contexto europeo, ya que las decisiones que se toman en la Unión Europea en materia de regulación de internet repercuten en otras regiones debido al carácter global de internet y a asuntos relativos a la jurisdicción para la aplicación de la ley y la regulación. Los/as usuarios/as de internet pasarían a estar en indefensión frente a la aplicación de la ley europea.
Cualquier persona que acceda a internet, produzca o comparta contenidos - blogueros/as, caricaturistas, fotógrafos/as, cineastas, músicos/as, periodistas... - podría ver sus contenidos eliminados sin su consentimiento. Las plataformas en línea se verían obligadas a implementar sistemas sofisticados de filtrado y responsabilizadas por violar derechos de autor. Serían particularmente las plataformas independientes o las medianas y pequeñas las afectadas, al tener que implementar sistemas costosos y asumir el pago de multas por infracción al derecho de autor. Todo esto supondría un impacto en la manera en la que las distintas voces, expresiones culturales, sociales, artísticas, políticas, tecnológicas, informativas, se presenten en el entorno en línea. La posibilidad de recrear contenidos mediante la producción de memes, gifs, remezclas se vería también restringida. Con la aprobación del artículo 13, llegaría la era de la burocratización del flujo de información y contenidos y el fin de la diversidad y la pluralidad en internet, afectando la cultura de internet y la posibilidad de avanzar hacia la democratización de la información y la comunicación.
Gracias a la acción de usuarios/as, organizaciones de sociedad civil, activistas, este tema se colocó en el radar de los miembros del Parlamento Europeo, que votaron en su mayoría en contra del mandato de negociación del Comité de Asuntos Legales. Esto permitirá que los miembros del Parlamento Europeo tengan la posibilidad de hacer un escrutinio de la reforma de derecho de autor y las enmiendas antes de que el informe del Comité sea puesto sobre la mesa para votación en la sesión plenaria el 10 de septiembre. La votación del 5 de julio fue un paso ganado pero la batalla continúa y es necesario el esfuerzo de los grupos y personas comprometidas con la defensa de una internet libre, abierta, inclusiva y diversa para que el artículo 13 se elimine definitivamente. Desde APC renovamos el llamado a defender nuestra internet y sumarse a la campaña.