El investigador Jorge Bossio se pregunta: ¿Se imagina la existencia de dos redes internet, una abierta y pública y otra cerrada y exclusiva, como sucede con la televisión de señal abierta y la televisión por cable? ¿Se imagina que ciertas páginas o aplicaciones en línea solo se puedan acceder contratando un servicio específico de acceso a internet, como sucede con los canales Premium en la televisión?
Señala que a estas preguntas subyacen discursos opuestos: quienes buscan que internet se mantenga abierta y sin filtos y quienes abogan por el uso de sistemas de gestión de red a nombre de hacer un uso más eficiente de la misma.
Las implicaciones de este debate en materia de acceso a banda ancha son múltiples. Bossio concluye que es necesario un debate amplio que evite, por un lado, prácticas de facto que violen los derechos de los consumidores y, por otro, legislaciones de corte vertical y de muy poca reflexión resulten en desincentivo a la inversión, encarecimiento de los servicios y deterioro de su calidad. En el centro están en disputa modelos de desarrollo distintos, uno basado en el mercado y otro en la administración de los bienes públicos.