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La localidad de Popinci, en la región central de Bulgaria, fue invadido por un espíritu revolucionario cuando residentes y activistas levantaron barricadas alrededor de su pueblo, por considerar que un proyecto de minas de oro en las colinas cercanas causaría daños a su salud y entorno. Pidieron que se lo cancelara. La acción impulsiva de los pobladores dejó al proyecto en suspenso durante los últimos tres años. Pero ésta o cualquier otra comunidad no podrían alcanzar con igual éxito un resultado semejante si decidiera pelear por el acceso a internet de alta velocidad. Y la razón es sencilla. A diferencia del medio ambiente, internet no es percibida generalmente como un bien común esencial por las autoridades, legisladores y hacedores de políticas.

La habilidad del movimiento verde para generar soluciones poderosas en todos los países ha inspirado en gran medida a los arquitectos de internet. Esfuerzos conjuntos de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil para abordar diversos problemas medioambientales en las décadas pasadas se hicieron posibles gracias a una concepción compartida de que los bienes del medio ambiente son comunes. Unidos en torno a la idea de que internet también es un bien común, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), una agencia de Naciones Unidas y el Consejo Europeo propusieron desarrollar un código de buenas prácticas vinculadas al modo de manejar la internet.

Participación pública en el futuro de internet

Un informe explicativo de APC, la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE/ONU) y el Consejo Europeo se presentó en Ginebra el 23 de mayo de 2008. El consultor y autor David Souter elaboró el informe para contribuir al debate sobre cuál es la mejor manera de satisfacer las necesidades de múltiples públicos dentro de la veloz transformación del entorno de internet.

Se sostiene en el informe que “tiene sentido analizar más la posibilidad de desarrollar un conjunto de principios que podrían contar con una amplia aceptación dentro de la comunidad de gobernanza de internet”. En otras palabras, según el autor, si damos mayor consistencia a los principios de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) de 2005, tenemos un significativo potencial para brindar en cuanto a un cambio progresivo en la conducción de internet.

En síntesis, Souter sostiene en su informe que el establecimiento de un código de práctica para la inclusión haría más creíble la gobernanza de internet a las distintas partes interesadas, aumentaría la coordinación y consistencia entre los distintos organismos involucrados, y garantizaría un espectro más amplio de experiencias y puntos de vista en la toma de decisiones respecto a internet.

De Aarhus a Hyderabad… vía Río

Según sus defensores, el concepto de un código voluntario originalmente anunciado en el último Foro de Gobernanza de Interet de Río, en 2007, debería asegurar que todas las instituciones que desempeñan alguna función en algún aspecto del gobierno de internet se comprometan a la transparencia, la participación pública (incluida la participación de todos los sectores) y el acceso a la información en sus actividades. “Esto significaría que todo ciudadano/a o comunidad podría participar e influir en cualquier decisión de los inversores y autoridades nacionales, que afectan su acceso a la red”, explica Natalia Dimitrova, presidenta de BlueLink, red sobre medio ambiente de la sociedad civil de Bulgaria (y miembro de APC).

Más adelante, el informe sugiere un título para el conjunto de principios propuesto: Código de prácticas de participación, acceso a la información y transparencia en la gobernanza de internet. El título revela por sí solo una vinculación más con un logro del movimiento de protección de la naturaleza: el Convenio sobre acceso a la información, participación pública en la toma de decisiones y acceso a la justicia en problemas del medio ambiente. Este convenio, promovido por la CEPE, con un sustancial aporte de la sociedad civil, se firmó en 1998 en Aahrus, Dinamarca.

David Souter identificó dos áreas para cuyo análisis es relevante el Convenio de Aahrus: el establecimiento de unos principios generales que celebren la inclusividad (información y participación); y la identificación de las vías a través de las cuales los gobiernos puedan hacer operativos estos principios.

Los principios de Aahrus concretan un importantísimo progreso en los derechos de los ciudadanos y ciudadanas. El convenio introduce un conjunto de exigencias a los gobiernos y autoridades nacionales: legislar y regular de acuerdo a los principios del convenio; promover la educación y concientización sobre los temas del medio ambiente; y reconocer y apoyar a los grupos de la sociedad civil que se ocupan del medio ambiente.

El convenió obligó a las autoridades públicas a recoger y publicar –también en línea- información sobre las actividades propuestas y existentes que afectan al medio ambiente, y enviar gratuitamente esa información a los ciudadanos/as en caso que la soliciten. También estipuló el derecho de las personas a ser informadas a tiempo, para poder participar concretamente en los procesos de toma de decisiones y en las discusiones sobre las nuevas políticas, planes y regulaciones.

Como se expresa en el informe de Souter, las tres organizaciones internacionales consideran estos aportes fundamentalmente relevantes para el futuro código de gobernanza de internet. “[Los principios de Aahrus] se ubican en la frontera, en la línea divisoria entre las prácticas de inclusión y las áreas tradicionales de gobernanza. Por esta razón en particular, ellos brindan un útil marco de comparación con los propios principios y prácticas aplicados por actores de otros ámbitos, entre ellos la gobernanza de internet”, escribe Souter.

La importancia de gobernar internet

A fines de mayo de 2008, el subsecretario general de la ONU y secretario ejecutivo de la CEPE Marek Belka afirmó que la regulación y gobernanza de internet se ha vuelto “tremendamente importante y necesaria”. Inspirado por la oportunidad de trasladar los éxitos de la cooperación medioambiental en el Mar Báltico y los principios del convenio de Aahrus a la gobernanza de internet, Belka sostuvo que la tecnología de la información y la comunicación que se manifiesta a través de internet es un típico bien común: “Un bien común que compromete no sólo a los gobiernos sino también al sector privado y a la sociedad civil, cosa que refleja muy bien el proceso de la CMSI”.

El informe de Souter señala que la actual situación de la gobernanza de internet no deja espacio a la imposición de códigos de práctica de modo similar a la imposición de obligaciones, por el convenio de Aahrus, a los gobiernos, agencias internacionales y otras partes involucradas. “Es obvio que el convenio de Aahrus no puede simplemente trasladarse dentro del marco de la gobernanza de internet, pero sí puede proporcionar una pauta que permita evaluar las prácticas existentes y propuestas para la información y participación en otros sectores”, explica Belka. Y agrega que además, el convenio expone ejemplos de buenas prácticas, conocimientos y experiencia ya existentes dentro de la ONU, en cuanto al modo de manejar y gobernar los bienes públicos.

Souter advierte que un conjunto de reglas impuestas podría no ser considerado deseable ni viable por la mayoría de los actores de la gobernanza de internet. Para tener la seguridad de que todos tomen parte en la idea del código, la CEPE piensa presentar un documento de discusión donde se propondrá formar, en el tercer Foro de Gobernanza de Internet que tendrá lugar en Hyderabad, India, en diciembre de 2008, un grupo de trabajo para elaborar un código de buenas prácticas en la gobernanza de internet.

Enlaces:
Informe explicativo sobre el concepto y posible alcance de un Código de buenas prácticas sobre participación, acceso a la información y transparencia en la gobernanza de internet. Escrito en nombre de la CEPE, el Consejo Europeo y APC por el profesor David Souter para su discusión en un taller que tuvo lugar en Ginebra el 23 de mayo de 2008.
http://www.unece.org/env/pp/electronictools/UNECE_CoE_APC_draft_report02...

Estimular la implementación de los principios del FGI, por William J. Drake, Licenciado del Instituto de Estudios Internacionales, Ginebra.
http://www.unece.org/env/pp/electronictools/Encouraging_Implementation_W...

Foro de Gobernanza de Internet: APC formula recomendaciones sobre temas y estructura.
http://www.apc.org/en/news/governance/world/internet-governance-forum-ap...

Informe del Foro de mejores prácticas sobre “Participación pública en la gobernanza de internet: temas emergentes, buenas prácticas y soluciones propuestas” al Plenario del FGI del miércoles 14 de noviembre de 2007 a las 10 AM, por Michael Remmert, jefe del proyecto de democracia digital ante el Consejo Europeo, en el Foro de Gobernanza de Internet de Río de Janeiro.
http://www.unece.org/env/pp/Media/Reporting__pp_MR_2007_11_13.pdf

El Consejo Europeo y la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones proponen un código para la participación pública en la gobernanza de internet, Comunicado de prensa del Consejo Europeo del 13 de noviembre de 2007.
http://www.unece.org/env/pp/Media/CoE_PP_pr_782a07.pdf