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El capítulo Caracas del VI Foro Social Mundial mal empezó, pero la circulación de periodistas y comunicadores(as) por los principales locales del encuentro ya llama la atención. Este lunes 23, el II Foro de Información y Comunicación, realizado en conjunto por instituciones como la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) e Inter Press Service (IPS) llevó buena parte de estos(as) profesionales a debatir si « es posible otra comunicación».


Dividido en dos paneles —Sociedad de la Información, y Concentración del Poder de los Medios—, el seminario sirvió como «pauta de reflexión» para los(as) profesionales encargados(as) de repercutir los debates que van a realizarse a partir de mañana, día 24.


En representación de AMARC, Carlos Rivadeneyra fue directo al afirmar que creer que todos los medios de comunicación del mundo van un día dedicarse a un trabajo ciudadano es una utopía. Él defiende la posición de que la posibilidad real es una convivencia democrática entre los modelos comercial y alternativo, sin dejar de costado tampoco los modelos públicos actualmente en vigor. «Tenemos que ver qué tan públicos realmente son», plantea.


Sobre la forma de transponer las diferencias concretas entre medios alternativos y comerciales, Carlos dice que un primer paso sería la adopción de políticas para promocionar esa coexistencia en igualdad de condiciones. A tal efecto es necesario además que el poder público esté abierto a aceptar y promocionar la enorme diversidad que existe en el modo de hacer comunicación. «Las legislaciones de los medios masivos de comunicación en América Latina se están volcando a eso. Venezuela, Colombia y Perú dieron pasos importantes con respecto a la legislación, pero todavía no lograron esa igualdad de condiciones entre medios alternativos y los medios comerciales», garantizó.


El otro criterio para esa convivencia entre los medios ciudadanos y los medios comerciales está vinculado a la ética y al principio fundamental de la inclusión y de la diversidad. Para Carlos, es preciso desmistificar dos paradigmas del derecho a la comunicación. El primer gran mito es creer que la regulación de los medios alternativos por sí sola sería suficiente para garantizar cambios más profundos: «Lo que tenemos que discutir aquí son las políticas de comunicación, no sólo las políticas que existen en el papel sino también aquellas que se transforman en prácticas cotidianas; es justamente sobre esas prácticas que los grandes oligopolios se fortalecen, haciendo lobby, por ejemplo.»

Autor: —- (Iracema Dantas, Ibase)
Contacto:
Fuente: Ibase – Brazil
Fecha: 24/01/2006
Localidad: CARACAS, Venezuela
Categoría: Democratización de la comunicación