Un grupo de trabajo de miembros de APC apunta a posicionar más alto el medio ambiente en las prioridades de políticas de TIC de la sociedad civil global. Las tecnologías de la información y la comunicación son un poderoso instrumento para la sociedad civil que protege el ambiente. Pero, según muestra una investigación realizada por BlueLink/APC, se necesita más para hacer más eficiente el trabajo de TIC de los distintos grupos y comunidades y ofrecerles acceso a las TIC que necesitan a fin de que puedan asegurar las sostenibilidad del medio ambiente.
Durante la mañana del 10 de marzo de 2005 recibí una impresionante foto en el buzón de entrada de mi correo electrónico. La imagen mostraba el interior de un vehículo de policía vigilado por agentes uniformados. Allí vi la cara de Dimitur Vassilev, un comprometido activista ambiental, cofundador de la red electrónica de sociedad civil de Bulgaria BlueLink, y buen amigo mío. La policía lo había detenido delante de las puertas del ministerio de Medio Ambiente de Bulgaria, en un desesperado intento por silenciar su crítica ambiental contra dos proyectos de extracción de oro, financiados por intereses canadienses, en Bulgaria.
De más está decir que en un minuto ya había yo hecho reenvío de la imagen a decenas de colegas periodistas en Bulgaria, en todas partes de Europa y del mundo, acompañada por un mensaje que explicaba los motivos de la detención de Vassilev. Y no fui el único en hacer esto. La detención de un activista ambientalista se volvió el punto decisivo en uno de los más recientes emprendimientos de ONG en Bulgaria – la campaña Sin cianuro. Por varios medios que ofrece internet, las preocupaciones y argumentos de Vassilev y compañía llegaron al gran público, a medios de comunicación y aún a las instituciones de la Unión Europea – a la cual Bulgaria aspira a ingresar. Poner a este hombre entre rejas no habría de silenciar su voz. Todo se dio en línea – un ejemplo del poder de internet y de la comunicación para la protección de medio ambiente.
La campaña Bulgaria Sin cianuro es apenas una de las miles de ocasiones en las que, en la década pasada, la sociedad civil usó las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como una poderosa herramienta para mantener alerta e informado al público sobre los apremiantes temas del medio ambiente y la protección de la naturaleza.
¿Dónde están el ambiente y el ímpetu de TIC?
Muchas de las redes que fundaron y se unieron a la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) tenían sus raíces en el movimiento verde – como EcoNet/PeaceNet (EE.UU.), GreenNet (Reino Unido) y todo un racimo de redes de Europa Central y Oriental, como la checa Econnect y la rumana StrawberryNet. Con todo el espectacular trabajo en internet realizado por grupos como Greenpeace, WWF y sus pares, el medio ambiente parecía un gran beneficiario del activismo civil en línea.
No fue sino hasta la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), entre 2003 y 2005, que se volvió sorprendentemente claro que el activismo global de sociedad civil que trata sobre TIC y el futuro de internet había, en alguna medida, dejado fuera de su mira al medio ambiente.
En efecto, en Túnez, durante la segunda fase de la CMSI, los grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional, estuvieron presionando para que los regímenes opresivos mantuvieran sus manos lejos de la red de redes. El activismo en pro de los derechos de las mujeres cabildeó en favor de un igualitario acceso para las usuarias de TIC. La comunidad pro desarrollo presionaba por conectividad y comunicación inalámbrica en el Sur global. En la CMSI, por supuesto, había muchos stands de exhibición – como aquellos del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas o del gobierno suizo – quienes anunciaban con orgullo sus logros en la utilización TIC para mejoras medioambientales. Pero no había presencia alguna, que fuera notoria, de Greenpeace, WWF, o de ninguno de los principales grupos de presión medioambiental en la discusión de políticas que estaba determinando el futuro de internet.
¿Es que no hubo prioridades vitales vinculadas al medio ambiente que la sociedad civil quisiera ubicar en la agenda de políticas de TIC? Una encuesta, realizada entre organizaciones miembro de APC a lo largo y ancho del globo, probó que no era ése el caso. La encuesta fue conducida tras el encuentro del pasado octubre de ciberactivistas de APC en Varna, Bulgaria, que reafirmó que la sociedad civil tiene muy buenas razones para usar TIC en pro de la sostenibilidad ambiental.
Acceso a información medioambiental
Existe una gran brecha de información y conocimiento entre Sur y Norte, Este y Oeste, en el campo del medio ambiente y de la protección de la salud, afirmó John Dada, del miembro nigeriano de APC Fundación Fatsuam. Dada dijo que, debido al insuficiente flujo o la falta de información, comunidades y sociedades enteras en Sur se ven impedidas de aprender sobre el estado, la disponibilidad, el agotamiento y la seguridad de los recursos ambientales, sobre las soluciones disponibles y las prácticas adecuadas. Esto pone en peligro la existencia, el bienestar y la salud de la gente. “Nigeria se beneficiaría enormemente de la información sobre tratados globales, especialmente sobre aquéllos que han sido firmados por los gobiernos”, insistió Dada.
Usando su papel como anfitrión en Varna, BlueLink presentó a la comunidad global un tratado internacional pionero que obliga a los gobiernos a compartir información medioambiental con el público, utilizando, entre otros, comunicación electrónica – la Convención Aarhus. Nombrada así por la ciudad danesa donde fue presentada en 1998, la convención sobre el acceso a la información, la participación pública y la justicia en asuntos medioambientales cubre la amplia región supervisada por la UNECE, la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa.
Firmada y ratificada por la mayoría de los países europeos y la Unión europea (UE) como un todo, la Convención Aarhus mantiene un organismo internacional de consulta en el cual las ONG desempeñan un papel activo en el monitoreo de lo actuado por los gobiernos bajo la convención. Aunque expresamente diseñada como un instrumento europeo, la convención podría ser un modelo inspirador para gobiernos en otras partes del mundo, dijo Michael Stanley-Jones, de la secretaría de la Convención Aarhus en Ginebra.
La conciencia, la responsabilidad y la acción son una misma cosa y un todo
Internet es la vía más rápida para hablar a través de fronteras. La falta de conciencia entre las sociedades desarrolladas respecto a sus propios impactos sobre la salud y el Medio Ambiente en el Sur global es otra tarea para la cual sería mejor que la sociedad civil emplease TIC, según el grupo de trabajo de APC de TIC para el medio ambiente.
La eliminación de desechos tóxicos y radiactivos, incluyendo los desechos generados por la tecnología de la información (TI), el agotamiento de recursos naturales, el desarraigo y empobrecimiento de comunidades, son algunos efectos secundarios del confort y bienestar que disfrutan las sociedades de los países desarrollados, observó el grupo de trabajo de APC.
Un estudio piloto de APC demostró en noviembre de 2005 que, debido al insuficiente suministro de información, los ciudadanos en el mundo desarrollado no tienen conciencia de la presión que sus estilos de vida, de estándares más altos y basados en el consumo, imponen al resto del planeta. Esto los inhibe de asumir la responsabilidad y de actuar de manera sensible para disminuir esta presión. La generación de desechos electrónicos y su vertido en países en vías de desarrollo es una razón primaria de preocupación en regiones como África del Sur,
Las comunidades en el Sur global carecen de las destrezas y tecnología para acceder, incluso, a la información medioambiental disponible, según descubrió el grupo de trabajo de APC. Numerosos factores económicos, políticos y sociales inhiben a los ciudadanos de países en desarrollo de adquirir el conocimiento y destrezas para acceder, inclusive, a los recursos informativos disponibles.
La falta de acceso al equipo, tecnologías e infraestructura adecuados contribuye al problema. Un mayor uso de TIC podría mejorar el acceso a la información, a la diseminación, al trabajo en red y al intercambio de ideas en el terreno del medio ambiente, indicó una revisión realzada por APC y BlueLink después del encuentro de Varna. “Las TIC son sólo importantes y necesarias para aquellos que entienden su importancia y para aquellos que pueden tener acceso a ellas, comentó Kong Sidaroth, del miembro de APC de Camboya Open Forum.
Las herramientas y tácticas del desarrollo sostenible
En sí misma una economía de transición, Bulgaria había atestiguado a menudo, en las décadas pasadas, ejemplos de inversores extranjeros contradiciendo normas medioambientales, llegando tan lejos, incluso, como a violar la legislación del país.
A pesar de arrestos por parte de la policía, de un sistema de justicia débil y de instituciones estatales hostiles, la coalición de organizaciones no gubernamentales Sin cianuro celebró una gran victoria cuando el ministro del Medio ambiente Djavdet Chakurov rechazó un proyecto para Bulgaria – y aplazó un segundo proyecto- de la corporación de Metales Preciosos Dundy de Canadá.
La utilización activa de grupos de discusión en línea, de chat-rooms, de un sitio web de campaña designado, de cobertura de noticias en línea, y de apoyo informativo de BlueLink contribuyeron en gran medida a este éxito, comentó Vassilev después de ser liberado de la custodia policial. El Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), una organización canadiense sin fines de lucro, ha enviado un voluntario a BlueLink y APC para ayudarlos a hacer aún mejores herramientas de TIC que estén disponibles para la sociedad civil de todo el mundo.
El grupo de trabajo de APC identificó el mapeo como prioridad entre varias acciones que la sociedad civil podría emprender para el uso mejorado de TIC para la sostenibilidad medioambiental. Los mapas de políticas ambientales que requieren uso apropiado y buenas prácticas de TIC para la sostenibilidad medioambiental son didácticos y populares, según argumentaron los miembros del grupo.
El equipo encabezado por APC espera construir un portal especializado para guiar a los usuarios de la sociedad civil a través de varios recursos. Entre ellos, sistemas de información geográfica (GIS) y otras aplicaciones ya existentes para la sostenibilidad medioambiental. El portal fue discutido en el taller de políticas TIC de APC en Londres, en junio de 2006.
Mitra Ardon, un ciberactivista con base en los EE UU y amplios antecedentes en trabajo de TIC en el mundo en desarrollo, señaló que las organizaciones dispuestas a usar TIC para la sostenibilidad medioambiental necesitarían de acceso a herramientas GIS simples, a fin de presentar mapas que se vean profesionales usando sus propios datos. Sería muy valioso, para futuros desarrollos de políticas, que estas organizaciones estuvieran al tanto de la legislación vigente sobre TIC para la sostenibilidad medioambiental. “El nuevo portal sobre TIC para el medio ambiente podría contribuir para el intercambio dinámico de conocimientos prácticos y experiencias en el seno de la sociedad civil”, explicó Mitra.
Futuros trabajos de BlueLink/APC en sus esfuerzos respecto al medio ambiente y TIC
Son posibles campos de trabajo identificados por el grupo de trabajo de APC/BlueLink: el empoderamiento de la sociedad civil para el uso de y acceso a TIC para propósitos de sustentabilidad medioambiental, a través de diversos medios utilizados en otros campos temáticos; el suministro de información sobre herramientas TI disponibles para el acceso a la información sobre medio ambiente; la guía y apoyo al usuario para el uso de TI para la sostenibilidad medioambiental.
En respuesta a la ‘brecha verde’ en la arena internacional de políticas de TIC, el grupo de trabajo de APC recomendó la acción en los niveles nacionales y globales. Esto involucraría la promoción e implementación de instrumentos como la Convención Aarhus de UNECE.
En los meses venideros, el grupo de trabajo de APC alentará a la sociedad civil a trabajar por la integración de la sostenibilidad medioambiental en otros instrumentos de políticas que regulan el uso de TIC, incluyendo el uso de materiales y tecnologías ecológicos en industrias de TIC. El equipo de TIC/Medioambiente de APC está planificando esfuerzos especiales para ayudar el desarrollo y la puesta en práctica de políticas que regulen la e-basura (desechos electrónicos) y prevengan su vertido en países en desarrollo.
Según Al Alegre, de la Fundación para Medios Alternativos en Filipinas, “la sociedad civil habrá de requerir de datos básicos e información sobre los usos de TIC para la sostenibilidad medioambiental, tales como artículos de orientación, un glosario, y módulos de concienciación y capacitación”. Entre las acciones posibles, el equipo de investigación de APC/BlueLink ha delineado la recolección y agilización de información de varias organizaciones que tratan sobre TIC para la sostenibilidad medioambiental; la preparación y diseminación de materiales informativos. La conjugación de los logros de la sociedad civil en la utilización TIC para la sostenibilidad medioambiental podría ser, por sí sola, un importante paso adelante para la nueva iniciativa.
FOTO: COMERCIO JUSTO. La ayuda de las comunidades de TIC locales como Bahar Dar en Etiopía podría garantizar mejores mercados para sus cosechas. Cortesía: Pavel Antonov
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