Durante 2010 y 2011, Fundación Comunica, con financiación del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, Canadá) y con el apoyo de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), apoyó un conjunto de pequeños proyectos de investigación que examinaron el uso de servicios de redes sociales para vincular investigación y políticas públicas en América Latina. Los doce proyectos que recibieron apoyos fueron seleccionados, en su mayoría, a partir de 97 propuestas recibidas en respuesta a una convocatoria realizada en mayo de 2010. Se apoyó dos tipos de proyectos: (i) proyectos de investigación-acción, que implementaron y evaluaron usos específicos de uno o más servicios de redes sociales para vincular investigación y políticas, o investigadores y elaboradores de políticas, y (ii) proyectos más convencionales que evaluaron inciativas existentes implementadas por terceros.
Campañas, consultas y comunicación directa
Si bien los experimentos y las evaluaciones llevadas a cabo al abrigo de Impacto 2.0 exhibieron una enorme diversidad en términos de las herramientas en línea empleadas, los enfoques metodológicos, las estrategias de comunicación, etc., surgieron algunos patrones y, en general, puede considerarse que los diversos proyectos adoptaron tres diferentes abordajes del uso de las redes sociales en línea para vincular investigación y políticas:
1. Proyectos en los que los investigadores emplearon campañas en línea para que las conclusiones de sus investigaciones fueran más visibles para un público amplio, por lo general con la expectativa de que la adhesión del público y la visibilidad aumentara la legitimidad y el apoyo a sus propuestas ante los hacedores de políticas.
2. Proyectos en los que los investigadores procuraron apoyar procesos de consulta pública en línea, colaborando con entidades de gobierno.
3. Proyectos que exploraron el uso de servicios web 2.0 y de redes sociales para abrir canales de comunicación directa entre investigadores, hacedores de políticas y otros actores interesados, para comunicar sus investigaciones, colaborar en actividades específicas y/o con el objetivo más o menos explícito de hacer que se conozcan mejor y afancen sus relaciones.
En el caso de los proyectos de Impacto 2.0, los usos de la web 2.0 y las redes de sociabilidad en línea que mostraron ser más exitosos para conectar investigación y políticas fueron los que implicaron al público en campañas y consultas. Menos exitosos fueron aquellos proyectos que se centraron en las relaciones directas entre investigadores, políticos y otros actores interesados.
Editado por Bruce Girard y Estela Acosta y Lara, y publicado por Fundación Comunica, este libro es uno de los productos de esa investigación.