El Djurslands International Institute of Rural Wireless Broadband (Instituto internacional de banda ancha inalámbrica rural de Djurslands – DIIRWB) no bromea al hablar de infraestructuras libres para la información. Por el contrario, promueve estudios y planifica proyectos, y luego se dirige al terreno para colaborar en la instalación de redes de trabajo inalámbricas. Pero antes de que las antenas estén asentadas en los graneros y los receptores atados a los postes, los integrantes del campamento de verano se reunieron en una zona rural de Dinamarca para tomar un poco de aire fresco. APCNews mantuvo una conversación con uno de ellos.
Entre el 1º y el 8 de julio, “el Djurlands” realizó su campamento de verano en Friland, zona rural de Dinamarca. Unas veinte personas acudieron allí desde lugares tan distantes entre sí como Georgia, el Reino Unido, Alemania y Tanzania. Además de algunos lugareños, que participaron intermitentemente del campamento.
“Esta actividad fue una derivación de la conferencia de Freifunk que tuvo lugar en Djurslands en 2004”, dice Ian Macdonald, técnico del miembro británico de APC GreenNet. “Estuvo concretamente dirigida a personas que tuvieran interés en volver a casa a instalar redes inalámbricas”, sigue relatando Macdonald, a pocos días de su regreso de Dinamarca.
Macdonald nació en California y es un experimentado viajero. Trabajó anteriormente para la organización no gubernamental con sede en Estados Unidos Witness for Peace (Acción Permanente para la Paz), en Guatemala en los años 2000 y 2001 y en México entre el 2001 y el 2003, antes de empezar a trabajar en LaNeta, organización mexicana miembro de APC, hasta fines del año pasado.
El gremio de los promotores de la tecnología inalámbrica
Los promotores de la tecnología inalámbrica forman un conjunto heterogéneo de personas. Pero al igual que Macdonald, que se considera uno de ellos, muchos empezaron en Freifunk [1] y otros encuentros sobre tecnología inalámbrica “porque la internet inalámbrica genera muchísimas posibilidades de proyectos de gestión comunitaria que ofrecen (sucesivamente) acceso a internet a sectores más amplios de la comunidad y a personas que de otro modo no podrían acceder a ésta”.
1 Freifunk (Alemanes por “emisoras libres de banda ancha o angosta”) es un proyecto que se inició en Berlín y se desperdigó por otras ciudades europeas, que está utilizando un modelo de organización propio, y hardware y protocolos específicos.
Los fundamentos teóricos son buenos; el trabajo de campo aún mejor
El campamento de verano 2006 de una semana de duración fue diseñado por pensadores y hacedores. Todos los asistentes estaban invitados a dar una mano en la “conexión de Djursland”, iniciativa en la que “una serie de enlaces entre radios de zonas rurales conforman una backbone [2] inalámbrica, con una derivación hacia conexiones a los accesos por fibra óptica”, según se describe en el sitio web del DIIRWB.
2 La palabra backbone se refiere a las principales conexiones troncales de internet. Está compuesta de un gran número de routers comerciales, gubernamentales, universitarios y otros de gran capacidad interconectados que llevan los datos entre países, continentes y océanos del mundo [Fuente: Wikipedia].
Este entrenamiento estilo “manos a la obra” empieza a convertirse en tradición en Djursland. A partir del año 2003, grupos de voluntarios construyeron, en los distintos pueblos de Djursland, una red rural muy barata, apoyada en las emisoras de radio, y lograron cubrir más de 200 áreas. Hasta el momento, esta red brinda acceso a internet por banda ancha a más de 4000 familias, y está considerada como la red inalámbrica no comercial más grande de Europa.
En base a este logro, se solicitó a Djursland.net que organizara la Convención de verano de Freifunk.net sobre ese tema, y el encuentro se realizó en setiembre de 2004. Doscientos participantes de 32 países de todo el mundo participaron en la convención, y 100 de ellos se quedaron una semana más para capacitarse y colaborar en una serie de talleres, y para trabajar con los voluntarios de Djursland.net, en la construcción de redes inalámbricas al aire libre.
Después de la convención, personas de distintas partes del mundo solicitaron a Djursland.net que conformaran un instituto internacional, que brinde la posibilidad de ir a Djursland a estudiar las distintas formas de construir accesos baratos a la banda ancha desde zonas rurales.
Las políticas de los entusiastas de la tecnología inalámbrica
“En las ciudades, las empresas de telecomunicación venden a cada grupo familiar una línea de ADSL y un punto de acceso/ruteo”, señala Macdonald. “Le dicen a la gente que tener redes abiertas es arriesgado en términos de seguridad, para que la gente no comparta sus conexiones”. Según lo que explica Macdonald, lo que sucede es que cada casa tiene su línea de ADSL y una red inalámbrica, pero esos recursos no se comparten.
En las zonas rurales, la situación es un poco distinta, desde el momento que el acceso en general es difícil, sobre todo en las regiones más pobres. “Creo que la tecnología inalámbrica puede demostrar que es una buena forma de proveer conectividad a las zonas rurales aisladas de todo el mundo”, declara Macdonald, antes de agregar que “o bien, puede ofrecer acceso a internet como un servicio público, junto a otros privados, como se da en el caso del agua, la electricidad, etc….”
Habrá quienes argumentarán que cada vez son más las empresas privadas que proveen el agua y la electricidad, y que además, en muchos lugares éstas son provistas por empresas administradas por el estado. ¿Quieren afiliarse a algunas de éstas los ‘Freifunkers’? Macdonald responde que no, que ellos creen que a las redes inalámbricas debería proveerlas la misma gente que quiere utilizarlas. De esa manera, el consumidor es también el proveedor.
Modelos inalámbricos: entre la anarquía y la planificación centralizada
Los entusiastas de las tecnologías inalámbricas están trabajando actualmente en la instalación de redes rurales que podrían seguir o no un modelo de tecnología inalámbrica similar al de Freifunk. Las variaciones sobre ese modelo serían propuestas por la comunidad, en combinación con el gobierno local.
También en el aspecto técnico, los entornos urbanos y rurales requieren cierta flexibilidad en el modelo inalámbrico. “Pienso que un modelo ‘mesh’ [3] funciona bien en los lugares donde ya hay muchas computadoras, una alta densidad. Del otro lado, en una zona rural o en la que hay pocos usuarios de computadoras, probablemente haya que instalar una red centralizada”. A medida que las exigencias técnicas van saliendo a luz, podrían condicionar determinadas decisiones políticas, como con quién asociarse.
3 Las redes ‘mesh’ son una forma de ruteo de datos, voz e intrucciones entre nodos. Permite una conexión y reconfiguración continua entre caminos bloqueados, haciendo un ‘hopping’ de nodo a nodo hasta que pueda establecerse una conexión. Por más información:
http://en.wikipedia.org/wiki/Mesh_networking
John Kibuuka, de Tanzania (http://kjohnah.blogspot.com/), que trabaja para una organización para el desarrollo, asistió al campamento de verano en busca de inspiración en el tema de los modelos inalámbricos. “Estaba interesado en la posibilidad de brindar acceso a internet a las escuelas y a otros centros de computación de zonas bastante aisladas de su país.” En algunas zonas de Tanzania, la corriente eléctrica puede no ser estable y los Freifunkers tendrían que utilizar paneles solares y baterías para realizar su trabajo con internet.
Lo que hace que la experiencia de Djursland constituya un tipo de modelo específico, es que la gestión es comunitaria y que se colocan antenas en los edificios públicos y en los antiguos silos de los granjeros. “Ellos brindan acceso libre a internet y pagan la electricidad. Lo único que hace el granjero es permitirles colocar allí la antena”, señala Macdonald. Otro aspecto que hace exitoso su modelo es que cuenta con una administración y planificación centralizada de la infraestructura.
Y para quienes sigan preguntándose cómo se traduce esto en términos de costos, la mayor parte del equipamiento utilizado para instalar la red es considerablemente barato. “Un poco de hojalata, algo de alambre y Styrofoam para la construcción de la antena (para hacer la conexión con un punto de acceso inalámbrico) cuesta alrededor de 6 euros”, dice Macdonald.El único componente más costoso para que el receptor funcione es el transmisor.
No hay excusas para no asistir a la próxima gran conferencia sobre tecnología inalámbrica en el norte de India [4] este otoño. Con la cantidad de proyectos que están en marcha en múltiples regiones en este momento, el evento será seguramente de enorme interés. La Cumbre Air Jaldi 2006 tendrá lugar en Dharamsala, entre el 22 y el 25 de octubre.
4 Cumbre sobre tecnología inalámbrica de Dharamsala: http://summit.airjaldi.com/
“Considero que los miembros de APC tienen un papel muy importante que jugar en la promoción de la instalación de redes inalámbricas. Los entrenamientos y talleres son muy importantes, y ellos pueden participar activamente en la promoción de la instalación de redes inalámbricas dentro de sus regiones o países”, concluye Macdonald.