AMARC Asia -Pacífico es parte de una organización no gubernamental internacional que está al servicio del movimiento de las radios comunitarias, con alrededor de 3.000 miembros y socios en 110 países.
El objetivo de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (por su sigla en francés, AMARC) es “apoyar y contribuir al desarrollo de una radio comunitaria y participativa, a través de los principios de solidaridad y cooperación internacional”.
“AMARC Asia-Pacífico fue presentada en público en febrero de 2003, en la reunión global AMARC 8, en Katmandú. Esa reunión decidió establecer oficialmente AMARC Asia-Pacífico”, dice Suman Basnet (37), coordinador regional de AMARC Asia-Pacífico, con sede en Katmandú.
Basnet, un ex hombre de televisión y cineasta documentalista, añade: “nos tomó todo este tiempo encontrarnos en Yakarta, en noviembre de 2005, y ahí realizar una asamblea regional y elegir el primer consejo oficial de la región”.
El presidente de AMARC Asia-Pacífico es Ashish Sen, quien tiene su base en Bangalore y cuya organización no gubernamental llamada VOICES, ahora miembro de APC ha estado mucho tiempo asociada con la campaña en favor de la radio comunitaria en India. (Ver
https://mail.sarai.net/mailman/listinfo/cr-india, una lista de correo electrónico que ha venido presionando en favor de esto).
Su vicepresidenta es Sonia Randhawa, del Centro para el Periodismo Independiente (Centre for Independent Journalism) en Malasia. Ella ha iniciado una emisora de radio comunitaria que, debido a las dificultades de la radiodifusión en Malasia, ha establecido su transmisor en la vecina Indonesia, trasmitiendo por onda corta.
“Hay involucrados algunos grupos muy progresistas, que también trabajan con trabajadores migrantes (en Malasia)”, dice Basnet.
Shane Elson, el tesorero de AMARC Asia-Pacífico, de Alternative Radio (Radio Alternativa), en Australia, es también vicepresidente de la Community Broadcasters Association in Australia (Asociación de Radiodifusoras Comunitarias de Australia, CBAA).
“Nuestra oficina (en Katmandú, Nepal) es muy pequeña. Cuenta con sólo tres personas. Un colega que se encarga de las finanzas, y un mensajero, que nos ayuda con el funcionamiento y la limpieza”, dice Basnet.
Sin embargo, hasta el momento, AMARC Asia-Pacífico ha sido capaz de movilizar a casi 200 miembros en la región. Basnet dice que el mayor número, alrededor de 40, proviene de Indonesia, con miembros también en Australia, Fiji, 13 en Nepal, y tres en India y Bangladesh (VOICES, y otros dos), en una región como Asia (acostumbrada por mucho tiempo a que el estado monopolizara y más recientemente, comercializara la radiodifusión), que no ha sido muy propicia a la idea de la radio comunitaria.
AMARC Asia-Pacífico acepta solicitudes de dos tipos de miembros. Los miembros votantes son emisoras de radios comunitarias o una organización que planifica con seriedad comenzar con una emisora de ese tipo. Los miembros asociados son aquellos que apoyan la idea. Estos últimos no pueden votar.
¿Cómo se define una emisora de ‘radio comunitaria’?
“La radio comunitaria es una emisora gobernada por comunidades. La gobernanza, administración y gestión de la emisora pertenecen también a la comunidad. Es, en su mayor parte, una gestión voluntaria y con muy poco personal remunerado”.
¿Estarían abiertas, por ejemplo, a trabajar en interconexión con las emisoras de ciudades universitarias, que están siendo actualmente instaladas en algunos de los centros educativos más grandes de India?
“En un sentido estricto, esas no son emisoras de radio comunitarias. Pero sería importante asociarse con ellas de una forma positiva. Serían bienvenidas a unirse a AMARC en sus actividades. Este desarrollo tiene que ser visto de forma positiva (al menos como un punto de partida)”, dice Basnet. “La política de decir todo (una radio comunitaria con todas las de la ley) o nada, no es un buen paso”.
En el mundo de las radios comunitarias hay muchos conceptos y nombres diferentes radio comunitaria, rural, cooperativa, participativa, libre, alternativa, popular, educativa. Entonces, ¿qué hace que una emisora de radio sea una emisora de radio comunitaria?
AMARC cita lo que dicen sus miembros: las emisoras de radio, redes y grupos de producción, que conforman la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, se refieren a sí mismas por una variedad de nombres. Las prácticas y perfiles son más variados aún.
Algunas emisoras son musicales; algunas son activistas y otras mezclan música y activismo. Están ubicadas en pueblos rurales aislados y en el corazón de las ciudades más grandes del mundo. Sus señales pueden alcanzar sólo un kilómetro, cubrir un país entero, o ser transmitidas vía onda corta a otras partes del mundo.
Algunas emisoras son propiedad de organizaciones sin fines de lucro o de cooperativas, cuyos miembros son, ellos mismos, oyentes. Otras son propiedad de estudiantes, universidades, municipios, comunidades religiosas o sindicatos. Hay emisoras financiadas por donaciones de los oyentes, por agencias internacionales de desarrollo, por publicidad, y aún por gobiernos.
¿Cómo ve Basnet la situación en la región, en lo que concierne a la marcha de la radio comunitaria o “RC”?
“Esto varía mucho de país en país. Hay todavía una enorme lucha (en Asia- Pacífico) por alcanzar una atmósfera favorable a las radios comunitarias y por un ambiente permisivo. La legislación no tiene, en términos generales, todavía un lugar”, añade Basnet. Pero las ondas de radio están abriéndose, de diversas formas, en términos de accesibilidad para los ciudadanos.
En Indonesia, hay “cientos y cientos” de emisoras “piratas”. Su número varía entre 1.500 y 2.500. Éstas son muy pequeñas, y ninguna acción ha sido tomada contra ellas. Existen en sitios rurales muy remotos. A veces incluso son pequeñas emisoras de radio controladas por agricultores desde pequeñas chozas. Sus antenas son caseras. Algunas ni siquiera son reconocibles como antenas.
En Tailandia, uno puede encontrarse con una situación similar. “Depende de a quién le preguntes, podrían llegar hasta tantas como 500. En su mayoría no están registradas”, dice Basnet. Tailandia misma tiene dos agencias el ministerio nacional y las agencias de distrito que pueden permitir la difusión. Nadie sabe cuántos permisos han sido dados para la difusión.
Los permisos de difusión incluyen una gama de diversos actores. “Por ejemplo, hay un pequeño monasterio que quiere poner una emisora. Pero existe una enorme confusión sobre la administración del espectro”, observa Basnet.
En Indonesia han bosquejado una legislación. La sociedad civil y las agencias patrocinadas por el gobierno diseñaron sus propias versiones de la ley propuesta. Esto condujo a un enorme debate en cuanto a cuál de ellas debería ser reconocida por el presidente.
Indonesia posee su propia y muy sólida cultura tecnológica. “Allí hay un tipo de atmósfera muy activista. Tienden a estar muy a cargo de la gente. Me han dicho que el gobierno no se atreve a tocarlos (a los locutores ‘piratas’). Los locutores piratas son instigadores que dicen, si las autoridades se atreven a cerrar cualquier emisora, “iremos al parlamento y haremos ‘gherao’ (cacerolazo)”.
“En Asia del Sur, Nepal (que permitió la primera onda de radio en el subcontinente, la Radio Sagarmatha, en 1997) fue un pionero. Este es todavía el único país con emisoras de radio comunitarias, pero las mismas son desafiadas enormemente (bajo la presión de la monarquía, que ha estado restringiendo los derechos humanos desde principios de 2005). Ahora Nepal es pionero en demostrar cómo la RC puede ser sustentada aún en una atmósfera hostil”, dice Basnet.
Bangladesh cuenta con un borrador de legislación sobre la radio comunitaria, que ha venido siendo discutido desde 2003. En Bangladesh, ONG y organizaciones de sociedad civil como la Red de Bangladesh para la Radio y la Comunicación (por su sigla en inglés, BNNRC), VOICE y otros están en plena campaña sobre el tema.
Pasando a Corea del Sur, ¡el único país donde la radio comunitaria se encuentra en segundo lugar tras internet!, “es un país altamente viabilizador de internet. Hay en Corea del Sur algunas organizaciones como MEDIACT, la South Korea Community Radio Research, la Asociación Coreana de Radiodifusoras Comunitarias (Korean Association of Community Radio Broadcasting), y la red coreana progresista ‘Jinbonet’ (miembro de APC), que cabildean con sumo interés en favor de las RC. Finalmente, el gobierno coreano otorgó cinco licencias (en 2004) en una modalidad de prueba y experimentación a cinco organizaciones. El poder de transmisión era muy, muy bajo. Menos de 20 vatios”, dice Basnet.
La ‘seguridad’ es todavía un tema en esas partes del globo. “El año pasado, yo estaba conversando con un amigo japonés y su mayor lucha era aumentar el poder de transmisión de 2 a 10 vatios. Esto cubriría solamente un edificio o tal vez una sola casa”, señala Basnet.
En Fiji está femLINKpacific, una Iniciativa de Medios de Comunicación para Mujeres, que controla la emisora de radio comunitaria 89.2 FM. femLINKpacific, también operadora de “radio maleta” (suitcase radio es una emisora que puede guardarse en una maleta y ser transportada a lugares lejanos para el adiestramiento de personas), que está sumamente involucrada en la promoción de las mujeres en la radiodifusión y que también trabaja con AMARC en lo relativo a un marco regulador relacionado con la radio comunitaria en el Pacífico. Es tiempo de elecciones en Fiji, y la 89.2 FM está hablando con muchas mujeres, tanto votantes como candidatas, para obtener sus opiniones sobre asuntos prioritarios para el desarrollo.
“En la región, Australia es el mejor ejemplo de cómo la radio comunitaria puede prosperar. CBAA, la Asociación de Radiodifusoras Comunitarias de Australia, posee aproximadamente 350 miembros”, dice Basnet.
Basnet espera que el continente despierte al potencial que tiene la más barata e idónea forma de comunicación entre los más desposeídos, como lo han demostrado repetidamente las lecciones de América Latina y África.
Foto: Suman Basnet, coordinador regional de AMARC Asia-Pacífico. Abril de 2006. Dhaka, Bangladesh. Encuentro de APC sobre política de TIC. Imagen tomada por Frederick “FN” Noronha.