¿Cómo mejoran la vida de su comunidad los miembros de APC? En esta columna destacamos historias del impacto y que generan nuestros miembros con el apoyo de los subsidios de APC. Instituto Nupef ayuda a mejorar las condiciones de la comunicación para las comunidades tradicionales que luchan por sus derechos en Brasil, movilizando redes comunitarias y promoviendo la ciudadanía digital.
Si bien el acceso a internet de banda ancha aumentó en Brasil, sigue existiendo una gran brecha en las regiones y poblaciones marginales, sobre todo en las zonas rurales. Si el 25% de los hogares de zonas urbanas no tienen acceso, el porcentaje alcanza el 48% al analizar las áreas rurales de Brasil, como indica una encuesta reciente de TIC en los hogares. Para cerrar esa brecha, la organización brasileña y miembro de APC Nupef (Instituto de investigación, estudio y capacitación) se ha dedicado a generar conciencia sobre los múltiples niveles de inequidad de acceso que existen en el país.
Nupef, una organización autónoma y sin fines de lucro fundada en 2009, tiene la misión de generar las condiciones necesarias para el ejercicio de la ciudadanía digital. El instituto defiende la democracia y otros derechos fundamentales en Brasil, como el acceso al conocimiento, la libertad de expresión, la privacidad y la diversidad cultural.
En los últimos años, el Instituto se centró particularmente en los impactos que causa dicha desigualdad en el derecho a la comunicación, tanto entre las comunidades quilombola que viven en zonas rurales como en las más de 300 mil mujeres que se ganan la vida recolectando cocos de palma babasú – conocidas como quebradeiras de côco (quebradoras de cocos) en portugués – en zonas forestadas, sobre todo en el Amazonas brasileño. Desde el reconocimiento de que los movimientos sociales y las comunidades tradicionales siguen luchando para poder comunicarse en muchas de las zonas donde viven, Nupef se dedica a crear sociedades fuertes que puedan fortalecer su articulación política. Esto incluye el desarrollo y la seguridad económica mediante la implementación de tecnologías de información y comunicación (TIC).
Las comunidades quilombolas luchan por el derecho a vivir y trabajar en las tierras de las que proceden y a preservar su cultura como quebradoras de coco de palmera babasú que hacen la cosecha. Defienden su derecho de acceso y explotación a los cocos de babasú de manera sustentable con el fin de mantener su fuente de ingresos y el conocimiento tradicional, al igual que su cultura.
En 2019, Nupef usó un subsidio de intervención catalítica para realizar importantes mejoras en la puesta en marcha de redes comunitarias en el estado de Maranhão junto con comunidades quilombolas y de quebradoras de coco de palma babasú, en un proceso participativo que iba desde la toma de decisiones y la instalación de nodos de redes comunitarias hasta la oferta de talleres de creación de contenidos.
Quilombo de Bairro Novo
Bairro Novo, Penalva. Foto: Paulo Duarte.
En Brasil, las comunidades quilombolas luchan para poder seguir viviendo y utilizando las tierras de sus ancestros, que fueron llevados como esclavos contra su voluntad por colonizadores portugueses. En el quilombo de Bairro Novo, en la ciudad brasileña de Penalva, Nupef se unió a la comunidad para poner en marcha una red comunitaria en 2017, con el objetivo de apoyar a las poblaciones en riesgo a conseguir acceso a internet.
Si bien Penalva ha tenido una red estable y sustentable desde su implementación, Nupef y el experto en redes comunitarias de APC Mike Jensen identificaron la necesidad de realizar mejoras para aumentar la resiliencia de dicha red – en términos de alcance, ancho de banda y gestión.
Con esta finalidad, en 2019 se actualizó el software para lograr un mejor manejo local y remoto, y se incrementaron la velocidad de conexión y el límite de datos. A fin de mejorar el alcance y la calidad de la conexión de internet, se implementaron cuatro nodos nuevos, duplicando prácticamente el área de cobertura en la región. Con la expansión, el número de personas que comparten regularmente los costos de la red comunitaria se duplicó de 30 a 60 y la red actual beneficia directamente a más de 300 personas, mientras que los/as usuarios/as ocasionales suman otros cientos más.
Quebradoras de cocos de palma babasú
Buena parte de las tierras donde crecen las palmas babasú han estado irregularmente ocupadas por terratenientes que se dedican a la ganadería y la agricultura extensiva, que destruyeron así una gran parte de los bosques de babasú y que ahora incluso prohíben el acceso de las mujeres a las palmeras, o les cobran por cosechar los cocos. Y, como si esto no fuera suficiente, tanto las quebradoras de cocos como el bosque estuvieron – y están – en peligro por las industrias papelera, petrolera y de gas, que talan el bosque para sus propias empresas,, sin reconocer los derechos de las comunidades tradicionales. Para estas mujeres, la comunicación es también una pieza importante en la lucha por la supervivencia de la población y la mejora de su calidad de vida.
En la zona de Pifeiros, una comunidad de quebradoras de coco de palmera babasú localizada en Amarante do Maranhão, Nupef puso en marcha una red comunitaria fuera de línea. La elección de la red local se debió al hecho de que no había servicio de internet en la zona – ningún cable y ningún satélite alcanzaba a esta comunidad. Si bien una conexión a internet no era viable, la red local permite a los y las habitantes comunicarse entre sí y acceder a algunos servicios locales para compartir archivos, enviar mensajes de texto y realizar llamadas, además de brindarles acceso a una plataforma de Wikipedia fuera de línea y libros digitales de dominio público.
Pifeiros. Foto: Oona Castro.
El valor de las redes locales
En Pifeiros, los miembros de la comunidad destacaron los aspectos positivos del proyecto. Según Wcelia, joven quebradora de cocos de babasú involucrada en este proceso, la noticia de que su red comunitaria no permitía el acceso a internet generó inicialmente cierto nivel de frustración porque todos esperaban empezar a utilizar inmediatamente las plataformas más populares, como WhatsApp, Facebook, Instagram, etc.
Sin embargo, durante la semana en que Nupef estuvo allí poniendo en marcha la red local, se dio cuenta de que, en realidad, “fue un paso muy importante y puede servir para un futuro uso sustentable de la red porque implementar la tecnología paso a paso – empezar a comunicarse, entender cómo funciona internamente – puede ser muy beneficioso para una comunidad que vivió sin conectividad durante décadas”.
La red local alcanzó a cerca de 90% de la comunidad y unas 40 personas participaron en su puesta en marcha, en un proceso altamente participativo que implicó incluso definir los puntos donde estarían las radios para instalarlas, además de participar en talleres de producción de contenidos. El Movimiento Interestatal de Quebradoras de Cocos Babasú (MIQCB) fue un socio importante para la exitosa experiencia de Pifeiros. Antes de que Nupef fuera por primera vez a la comunidad, el MIQCB organizó numerosos encuentros con la comunidad para evaluar sus necesidades y su voluntad de llevar a cabo este proyecto.
Según Genival, líder local y director de la escuela, la oportunidad de crear una red comunitaria con servicios locales fue un logro importante. “Nos entusiasmó mucho, ya que estábamos muy aislados/as. Este es el primer paso”, agregó.
Quedó demostrado lo que decía Genival cuando se empezaron a dar varios pasos importantes de seguimiento. Entre 2019 y 2020, consciente del deseo de los miembros de la comunidad de tener más conectividad, Nupef siguió buscando una solución para poder ofrecer servicios de internet en Pifeiros, y finalmente se encontró un posible proveedor. Pero en la misma época comenzó la pandemia de COVID-19 y se convirtió en un nuevo obstáculo para la instalación de una conexión a internet en el territorio. Con la emergencia sanitaria, la conectividad a internet se volvió esencial, dado que actividades tan importantes como la educación y el acceso a ayuda financiera empezaron a funcionar en línea debido a las medidas de distanciamiento social. En noviembre de 2020, las condiciones sanitarias de Brasil permitieron finalmente que Nupef solicitara la instalación de la conexión y realizara mejoras en la red comunitaria.
Entre sus proyectos de redes comunitarias, que incluyen otras áreas y comunidades y que cuentan con el apoyo de APC, Internet Society (ISOC) y la Fundación Ford, Nupef piensa seguir asociándose a las comunidades locales para poner en funcionamiento unas 30 redes comunitarias en Brasil durante los próximos cinco años. La pandemia sigue siendo un desafío, pero al mismo tiempo puso de relieve la importancia de contar con enfoques inclusivos y participativos para superar las brechas de acceso y las desigualdades.
Este artículo es una versión del relato que aparece destacado por KICTANet como parte del proyecto “Conectar lo no conectado: Apoyar las redes comunitarias y otras iniciativas de conectividad comunitaria”, adaptado para la columna Sembrando cambios. Esta columna presenta las experiencias de los miembros y socios/as de APC que recibieron fondos a través del programa de subsidios de intervención catalítica de APC y de fondos otorgados a través de otros proyectos de APC y miembros del equipo interno que trabajan en el programa de subsidios.
¿Te ha inspirado este relato a plantar semillas de cambio en tu comunidad? Comparte tu historia con nosotros/as enviando un correo a: communications@apc.org.