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Se trata de un grupo de argentinos que llevan internet a pueblos del país usando software libre y hardware de bajo costo. Crean redes inalámbricas descentralizadas, mediante routers WiFi y un firmware que permite modificar su funcionamiento, redes que luego mantienen las propias comunidades. Llevan, por tanto, acceso a internet a lugares donde no hay servicio comercial. Se llaman AlterMundi y se definen como “redes militantes libres de geeks, para que gente que no tiene conocimiento de redes ni de informática pueda armar y mantener sus propias comunicaciones”.

Este año recibieron el premio del Fondo Regional para la Innovación Digital en América Latina y el Caribe en la categoría “Dispositivos, Infraestructura y Tecnologías. Aceleración y expansión del acceso”, una iniciativa de LACNIC en la que también se reconoció el trabajo de Valeria Betancourt, jurado de los premios, por su apoyo y trabajo para el desarrollo de internet en América Latina.

Leila Nachawati de APCNoticias, habló con Nicolás Echániz de AlterMundi, durante el Foro de Gobernanza de internet (FGI) que se celebró en João Pessoa entre el 10 y el 13 de noviembre.

APCNoticias: ¿Cómo deciden adónde llevar internet? ¿Cómo eligen las comunidades?

Nicolás Echániz: En realidad nos contactan ellos a a nosotros, ya sean personas, cooperativas de servicios del pueblo u ONG que quieren vincular su trabajo con el nuestro. Es importante que sea así, porque nosotros vamos unos días y les damos una formación, pero las comunicaciones son suyas, por lo tanto la responsabilidad de armar y mantenerlas es suya.

APCNoticias: ¿Sólo van a pueblos pequeños?

NE: Normalmente sí, a pueblitos chiquitos. Lo hacemos así porque no hay actores de las telecomunicaciones, ni privados, ni cooperativos, ni estatales, que se ocupen de que llegue internet de calidad a esos lugares. Queda siempre como última prioridad y nunca llega. A la vez, es mucho más fácil armar una red comunitaria en un pueblito que en una gran ciudad. Hemos dado talleres de un día en un pueblo y visto cómo al irnos, en sólo tres semanas, levantaban más de veinte nodos por toda la superficie del pueblo. Como en Traslasierra, un pueblito de Córdoba, Argentina, donde se implicó todo el pueblo y el más activo fue un profesor de plástica, que no paró hasta que estuvo todo armado. Nos llevó años desarrollar la plataforma completa que permite que esto ocurra, y ahora funciona para llevar internet donde más falta hace.

APCNoticias: ¿Cómo se sostiene económicamente un proyecto así?
NE: Nuestro modelo no es comercial. Somos desarrolladores de software libre. La mayoría trabajamos en AlterMundi y a la vez en Código Sur, que ofrece servicios TIC a organizaciones y movimientos sociales latinoamericanos. En Código Sur sí se cobran los servicios, pero lo cierto es que nuestro modo de vida implica que no necesitamos mucho para vivir. Nuestro sueldo medio es de 250 dólares. Vivimos en el no consumo, en casas de barro, buscamos llegar a obtener energía con generadores eólicos y comer en parte de nuestra propia producción. No gastamos plata inútilmente y eso hace que lo que hacemos sea más sostenible que en otros casos.

Hasta ahora, AlterMundi no había recibido nunca fondos. Ahora con el premio FRIDA es la primera vez, y justo al mismo tiempo recibimos un subsidio del Open Technology Institute de EEUU. Pero nuestro modo de vida seguirá siendo el mismo. Todo lo que ganamos se invertirá en mejorar la capacidad de la red y en desarrollo de software.

APCNoticias: En 2007, uno de los fundadores de AlterMundi participó en los cursos TRICALCAR de redes comunitarias que ofrecía por entonces APC. ¿Cómo influyó eso en su trabajo?

NE: Eso marcó un punto de inflexión para quienes veníamos trabajando en la creación de redes libres, comunitarias. Guido Iribarren fue quien participó, era un curso que se daba en Rosario, Argentina, y el único en aquellos años centrado en redes comunitarias. Allí tuvimos la suerte de conocer a Hermano Pietrosemoli, “padre” del movimiento de redes comunitarias al que años después, en 2013, volveríamos a encontrar en la Cumbre Internacional de Redes Comunitarias en Berlín (IS4CWN). A partir de los cursos Tricalcar participamos también en la traducción del libro Redes inalámbricas para el desarrollo en América Latina y el Caribe, que hace un recorrido por la implementación de este tipo de redes tanto en entornos rurales como urbanos, regulaciones en el uso del espectro y los servicios a nivel local, y otros aspectos de implementación y aprovechamiento por parte de las comunidades en la región. Antes de 2007 ya trabajábamos en redes comunitarias pero con poco calado, los cursos Tricalcar fueron decisivos.

APCNoticias: ¿Cuál es el futuro de las redes comunitarias?

NE: Una red comunitaria es una red construida, gestionada, administrada, por las personas que la van a utilizar. Priorizan el tráfico local, mantienen acuerdos de peering (tránsito libre) con cualquier red que ofrezca reciprocidad. Así era internet cuando empezó, ese era el espíritu original, que se ha ido perdiendo. Internet se ha ido cerrando y las redes grandes no dan peering a las chicas, ahí se rompió el modelo de peer to peer. Para nosotros, militar las redes comunitarias tiene dos ejes: dar soluciones concretas a personas de carne y hueso, y a la vez “contaminar” un pedazo de internet con el viejo espíritu de internet.

Más sobre AlterMundi en su blog , en Twitter, y en esta vídeo-síntesis de su trabajo:

 

Imágenes: AlterMundi