La pandemia de COVID-19, que cambió la vida de personas en todo el mundo, supuso obstáculos para proyectos de redes comunitarias de todo el planeta. Para este tipo de redes, que se construyen y gestionan a nivel local y colectivo, el encuentro físico es esencial y la distancia social que se impuso durante la pandemia planteó enormes desafíos.
Sin embargo, en Argentina florecieron en este período numerosas redes comunitarias que llevaron al país a poner en marcha políticas sin precedentes para apoyar a quienes lucharon por eliminar la brecha digital. La clave fue la conciencia de dónde se encuentra el conocimiento más valioso: dentro de las comunidades.
El reconocimiento del protagonismo y la autonomía de las diversas comunidades dispersas por todo el país se combinó con el apoyo de una red de interesados/as con roles diversos: desde donantes, hasta organizaciones de sociedad civil nacionales e internacionales, además de organismos de gobierno nacional. La trayectoria de la organización miembro de APC, AlterMundi, durante esos años, sirve para entender cómo llegó el país a obtener logros tan significativos en tiempos tan difíciles: fue un cambio promovido por mucha gente, pero lo más importante fue que se hizo respetando el conocimiento de las comunidades de base.
Un puente hacia el cambio
AlterMundi se dedica desde hace años a ayudar a comunidades rurales de Argentina a implementar proyectos a través de capacitaciones, consultorías y acompañamiento. En palabras de la propia AlterMundi, se trata de un “grupo de activistas de redes comunitarias y software libre que se unieron para conformar una ONG que facilite el despliegue de dichas redes en zonas digitalmente excluidas, atendiendo a las peculiaridades de nuestra región”.
Con los pies firmemente plantados en la tierra, AlterMundi también está bien posicionada para analizar los diferentes aspectos que pueden generar un entorno que habilite que surjan redes comunitarias y que sean sostenibles, en ámbitos tan diversos como capacitación o incidencia en el área de políticas y reglamentaciones para la creación de materiales y equipos que respondan a las necesidades locales.
AlterMundi desarrolló LibreRouter, , un router inalámbrico de fuente abierta diseñado desde cero para redes comunitarias. Los intercambios de aprendizaje con las comunidades promovieron el ciclo de retroalimentación entre la experiencia de campo y el desarrollo y la documentación de la pila tecnológica del LibreRouter.
Florecer en tiempos difíciles
La travesía del movimiento de redes comunitarias había comenzado un tiempo antes en Argentina. Durante la Cumbre Argentina de Redes Comunitarias (CARC) de 2019, los miembros de dichas comunidades establecieron su derecho de acceso a internet y expresaron un objetivo común: promover la apropiación popular de la tecnología. Al año siguiente, el mundo entero se enfrentó a la pandemia de COVID-19 que alteró la vida de tantas personas, y que podría haber supuesto un obstáculo insalvable para el florecimiento de las redes comunitarias en el país. Sin embargo, lo que sucedió fue lo contrario.
Cuando participantes de la Cumbre eligieron a las comunidades que, según ellos, tenían capacidad para desarrollar sus propias redes comunitarias en el contexto de la pandemia, AlterMundi obtuvo apoyo de diversos socios como APC, 48percent.org e Internet Society con el fin de promover la formación y el acompañamiento que necesitarían estas comunidades en 2020.
AlterMundi adaptó su postura y sus metodologías al contexto de la pandemia de COVID-19. Las actividades que se realizaron en las comunidades rurales, por ejemplo, fueron posibles gracias a la abundancia de espacio abierto y la posibilidad de mantener distancia social.
Cuando la comunidad se basa en un proceso colectivo y participativo, su impacto puede ir bastante más allá de la inclusión digital. Estas comunidades están reclamando su derecho a la comunicación y la autodeterminación tecnológica, más que una mera conexión a internet. “Se trata de considerar el derecho a estar comunicados/as y en red bajo una nueva luz, según una lógica diferente”, explica Limara, miembro comunitaria de la red MonteNet, de Córdoba, en el documental Comunidades Haciendo Internet – Nuevas Redes.
A raíz del esfuerzo conjunto, nuevas y numerosas redes comunitarias empezaron a habitar el territorio digital en Argentina: LibreGrandeNet (Córdoba), Los Molinos Comunitaria (Córdoba), Río Los Sauces (Córdoba), MonteNet (Córdoba), RedVuelta (Santa Fe), Comunidad Río Salado (Salta), Red Perilagos (Jujuy), Internet Comunitario Rinconada (Jujuy), Gallinato Libre (Salta) y Lesser Libre (Salta).
Estas redes comunitarias se crearon a nivel local con el fin de prestar servicio a todo tipo de personas y según sus propios intereses y necesidades. Como reza este bonito resumen de AlterMundi en este artículo:
Son parte de internet, cocreadas y autogestionadas por las propias comunidades según las necesidades de cada una de ellas.
Son vecinos y vecinas que necesitaban internet para que sus hijos e hijas pudieran hacer los deberes.
Son maestros/as y profesores/as que tienen que trabajar a distancia en lugares donde no hay proveedores de banda ancha.
Son productores/as de queso de cabra que viven entre las montañas.
Son trabajadores y trabajadoras de la economía popular que no pueden retirar un alto porcentaje de sus ingresos para pagar el costo de contratación de datos de las compañías de telefonía móvil.
Son habitantes de pueblos de calles sucias.
Son trabajadores/as rurales que tienen derecho a la comunicación.
Son los chicos y chicas de un barrio popular.”
"Las redes comunitarias son redes digitales autogestionadas entre gente que se organiza según el modelo de las organizaciones sin fines de lucro para resolver situaciones de conectividad ejerciendo su derecho a la comunicación, explica AlterMundi.
El conocimiento local promueve mejoras en las políticas nacionales
"Dada la situación, estamos mejor posicionados a la hora de hablar con entidades de los sectores público, privado y civil”, explica AlterMundi en un informe enviado a APC en 2020 acerca de un subsidio del proyecto Conectar lo no conectado. Un proyecto centrado en apoyar la actualización de la metodología de la organización para adaptarse al contexto de la pandemia, así como a las redes comunitarias que surgieran ese año. Desde entonces, AlterMundi desempeña un papel fundamental, junto con las organizaciones CARC, como proveedora de conocimiento local en los debates sobre políticas y regulaciones que apuntan a generar respuestas más significativas ante la miríada de dificultades surgidas en todo el país.
En los últimos años, Argentina anunció políticas innovadoras de apoyo a las redes comunitarias mediante la implementación de programas de financiación estatales tales como los de Barrios Populares y Roberto Arias. "El primero está dirigido a barrios de viviendas precarias e incluye a las redes comunitarias entre los titulares de licencias de TIC habilitados a presentarse en 2020. Por otro lado, el programa Roberto Arias fue creado específicamente para las redes comunitarias de las zonas rurales de hasta 5.000 habitantes en 2021,” explica Mariela Baladrón en su artículo del libro “Redes comunitarias: Hacia un modelo de financiación sostenible”.
Si bien aún hay muchos países que insisten en mantener enfoques verticales – y por ende insuficientes para cerrar la brecha digital –, estos programas se basan en procesos participativos e incorporan redes comunitarias como beneficiarias de los Fondos de Servicio Universal de Argentina. No es coincidencia. El fuerte movimiento de redes comunitarias ha ofrecido las condiciones necesarias para el diseño de políticas y regulaciones de acceso más completas y eficientes.
Las redes comunitarias alientan a reflexionar acerca de cómo y por qué se conectan las personas. Además, le plantean una cuestión a los organismos reguladores: la falta de conectividad suele ser otra brecha en el gran número de derechos desatendidos. En lugar de insistir en soluciones externas, los programas deben centrarse en la voz de las comunidades que viven esas realidades a la hora de dar respuesta a la brecha digital.
"Muchas veces, ni el sector estatal, ni el comercial saben crear programas o proyectos porque no entienden la realidad de estas comunidades. Son ellas, las comunidades, las que tienen el conocimiento más valioso”, explicó Jésica Giudice, miembro de AlterMundi, durante el Foro de redes comunitarias que tuvo lugar en Colombia en 2022.
"Para mí, lo más importante de las redes comunitarias es que se crean desde dentro de la comunidad y son las únicas que tienen la capacidad de adaptar las tecnologías, los proyectos de conectividad y la producción de contenidos locales a la realidad que viven”, concluyó Giudice, en su inspirador discurso.
Con todo ello en mente, se están estableciendo sociedades con las comunidades constantemente, a fin de resolver los desafíos que van surgiendo. En 2022, AlterMundi lanzó Semillero, una iniciativa destinada a promover el intercambio de conocimiento, diseñada para ayudar a las redes comunitarias con la burocracia estatal y a presentarse como candidatas en los programas Roberto Arias. En este año 2023, la organización realizará visitas a las comunidades para brindar apoyo presencial y cuidar las relaciones y la buena voluntad generadas a través de los años. AlterMundi sigue nutriendo el cambio que se siembra en las comunidades de base.
Seguimos visitando comunidades que participaron del #Semillero2022 de #RedesComunitarias de #internet
— AlterMundi.net (@AlterMundiNet) January 24, 2023
3° PARADA: Tostado, #SantaFé
Nos recibieron Luci, Selena, Cristian y Jesús y trabajamos en el proyecto que se postulará al #RobertoArias de @ENACOMArgentina pic.twitter.com/x0U4TD3X5f
Fotos: AlterMundi
Este artículo es una versión actualizada de la información, citas y fotografías destacadas por AlterMundi en sus canales y basada en información compartida como parte del proyecto “Conectar lo no conectado: Apoyar a las redes comunitarias y otras iniciativas de conectividad comunitaria” para la columna Sembrando cambios, que presenta las experiencias de los miembros y socios de APC que recibieron fondos a través del programa de subsidios de intervención catalítica de APC y de fondos otorgados a través de los otros proyectos e iniciativas de APC.
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