Pasar al contenido principal

El problema

Los derechos humanos son fundamentales para la autonomía humana y el avance de la justicia social. Las tecnologías y los espacios digitales han influido en la forma en que experimentamos nuestros derechos en línea y fuera de línea. Por un lado, han sido fundamentales para la movilización y el activismo; por otro, han allanado el camino para nuevos tipos de violaciones, con consecuencias de amplio alcance.

A medida que las tecnologías digitales se extienden y se generalizan en la sociedad, van afectando a un amplio abanico de derechos, desde las libertades de expresión, reunión y asociación, hasta los derechos económicos, sociales y culturales, (derecho al trabajo, educación o cultura).

A medida que se amplían las brechas digitales, la gente depende de las tecnologías digitales para participar en procesos democráticos y acceder a servicios públicos. La digitalización de la vida de las personas, junto con la explotación de sus datos, plantea profundos riesgos para los derechos de las personas, incluso su derecho a la no discriminación.

Los gobiernos y las empresas de tecnología digital suelen estar a la vanguardia del control, la vigilancia, la censura e incluso los apagones totales de los servicios de internet, perturbando así no sólo internet, sino la capacidad de las personas para ejercitar sus derechos humanos fundamentales.

El cambio por el que trabajamos

Los derechos humanos deben estar en el centro del desarrollo, el despliegue, la utilización y la regulación de internet y las tecnologías digitales. Nuestro foco está en garantizar que las personas puedan ejercer sus derechos, lo que implica un contexto en el que:

  • La personas y organizaciones de sociedad civil exigen que los Estados y el sector privado se hagan responsables de las violaciones de derechos, tanto en sus formas existentes, como en las nuevas que puedan surgir.
  • Las normas, estándares y regulaciones relativas a internet, las tecnologías y los espacios digitales promueven los derechos humanos en línea y fuera de línea.
  • Los gobiernos promueven, protegen y respetan los derechos humanos y cumplen con sus obligaciones, abordando también las violaciones cometidas por actores privados.
  • Las empresas de tecnología respetan los derechos humanos asumiendo el compromiso político adquirido, aplicando la diligencia debida en materia de derechos humanos y remediando los abusos cuando identifican impactos adversos sobre los derechos humanos causados por sus servicios, productos y/o políticas.

Nuestro papel en este cambio

Internet y las tecnologías digitales son facilitadoras de los derechos humanos, el desarrollo y la justicia social, incluida la justicia de género. Creemos que es necesario influir en el cambio político trabajando con nuestros miembros, socios/as, colaboradores/as y aliados/as estratégicos/as para desarrollar posiciones que promuevan y protejan los derechos humanos, desafíen el dominio corporativo y exijan responsabilidad a los gobiernos.

Al reconocer que el paisaje de la protección y promoción de los derechos humanos ha cambiado, y que el sector privado es quien media muchos de nuestros derechos, incrementaremos nuestra labor activista para desafiar al sector privado y exigir que las empresas de tecnología asuman sus responsabilidades.

Apoyo